No se si recuerde la película «lo que las mujeres quieren» en la que un hombre es objeto de un don, el don de escuchar los pensamientos de las mujeres, asombroso, no?, imagine usted ahora que usted pudiera escuchar los pensamientos de las personas que ama, que interesante!, ya que sabríamos exactamente lo que los demás piensan de nosotros y podríamos hacer como el protagonista de la película, el cambiar nuestra forma de comportarnos para con los demás, con el fin de mantener y construir mejores relaciones con ellos.
Guillermo un amigo me platico un día que hace meses intenta saber el motivo porque uno de sus amigos cercanos cambio su actitud para con el, ha hecho todo tipo de intentos de acercase a el, sin éxito, ha orado y pedido consejo, solo que nada ha funcionado, se que Guillermo apreciaría un don como este en su situación.
Solo conozco a una sola persona que tiene este don, bueno en realidad a 3 personas que son la misma, es decir Dios, El puede escuchar nuestros pensamientos y pareciera ilógico, pero así como el protagonista de la película, se esfuerza por aprender de nosotros, de cómo somos y lo que nos gusta para poder poner a nuestro alcance lo que necesitamos y lo que queremos con el fin de agradarnos, pero a diferencia de lo que nosotros haríamos, El toma nota de todo lo que decimos y hacemos y en ocasiones detiene su mano ya que lo que pedimos, no tiene que ver con lo que nuestros actos reflejan, pero mas importante, no tienen que ver con lo que hay en nuestros corazones.
A Dios no lo podemos engañar, podemos ser tan emotivos como queramos, incluso tratar de agradar a su corazón en una oración y llamarlo «Papi», pero sin en realidad querer que esto signifique algo dentro de nuestro ser es decir en el corazón, lo cual tendrá un resultado nulo.
La cita de hoy nos dice que tal como es nuestro corazón, así somos, por tanto aunque pudiéramos engañar a otros o incluso a nosotros mismos, a Dios no lo engañamos, El si sabe como somos, por lo que la única verdadera manera de agradar a su corazón y verdaderamente obtener su favor y la derrama de su poder sobre nuestras vidas es cambiando la manera en la que pensamos, teniendo la conciencia de que al igual que el protagonista de la película, puede escuchar los pensamientos de quienes tiene cerca, Dios también escucha, pero al igual que en la película, solo a quienes tiene cerca, es decir a aquellos quienes tienen su corazón dirigido hacia El.
Si la respuesta que tanto anhela no ha llegado, le invito a que escuche sus pensamientos, muy probablemente encontrara ahí la respuesta de porque no lo ha recibido y le guía de cómo hacer para recibirlo en breve.