Marcos 9:35 (Reina-Valera 1960)
Entonces él se sentó y llamó a los doce, y les dijo: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.

Soñar es una de las cosas mas fáciles que hay y como se dice por ahí, no cuesta nada, pero aun siendo algo tan fácil y de tan poco costo es algo que nos puede ocasionar gran daño al crear frustración si ponemos demasiadas esperanzas en ello y no se cumple, la frustración puede devastar a cualquiera.

Una de las razones por las cuales muchos sueños no se cumplen es porque no van alineados con la voluntad  de Dios, pero eso ya lo hemos platicado aquí y no es el objetivo de este devocional el redundar en ello, pero otra de las razones por las que no se cumplen los sueños es porque no tienen un objetivo adecuado, y se lo voy a explicar.
Todos solemos hacer planes y queremos que se cumplan, estos planes están basados en nuestros sueños, y solemos invitar a Dios a nuestros planes para que salgan mejor que si solo los lleváramos a cabo nosotros por nuestra cuenta, pero generalmente se nos olvida lo siguiente: «preguntarle a Dios que opina e investigar que propósitos tiene El dentro de este plan», es decir, si lo invitamos a participar, también tiene derecho a opinar, no lo cree?.

Cuando Dios nos bendice, rara vez lo hace con la mera intención de solo consentirnos, eso no tiene que ver con el carácter de Dios, a Él le gusta darnos a manos llenas, por lo que nos llena de crecimiento y aprovecha para que aprendamos a ser cada día mas como su Hijo a quien nos envió a imitar, es decir se va a asegurar que la bendición que recibamos se derrame mas allá de nosotros y alcance a otros.

Cuando Jesús vino  a la tierra, vino en calidad de hombre, pero no cualquier hombre ya que traía el poder del Espíritu Santo de la mano, así que todo lo que viene de lo alto estaba a su alcance, pero no se conformo con eso, sino que enseño a un grupo cercano de hombres para que aprendieran a vivir conforme a lo que hacia El y que aseguraran que su bendición se renovara y mantuviera fresca por medio del servicio a otros.
Una de las cosas que olvidamos con frecuencia es el pensar como nuestra bendición puede hacer beneficio para otros, justo anoche hablaba con una de mis tías sobre planes que estamos haciendo y al terminar comenzamos a orar por todos aquellos que serian bendecidos en segundo y tercer grado por la bendición por la que oramos, como nuestra bendición podría impactar no solo a las personas con las que tenemos contacto, sino cómo podríamos ser bendición aun para quienes nos ven.

Dios tiene una visión muy distinta del mundo a como nosotros a tenemos, en el mundo la gente piensa que al crecer, tener más dinero y poder, habrá quienes nos sirvan para todo, Dios lo ve al contrario, los que crecen, tienen más dinero y todo aquello que piden, es porque sirven a los demás, y con esto no me refiero solo a las obras de caridad y esas cosas que vienen de inmediato a nuestras mentes, sino al servicio cotidiano, a ayudar a los que nos rodean, a veces solo hace falta escuchar con atención a alguien desolado, a veces solo hace falta sonreír a alguien que esta triste, otras veces será necesario pasar la noche en vela con alguien enfermo, orar por otros es un gran servicio también, pero siempre con la conciencia de que lo hacemos de la mano de Dios y con la garantía de la multiplicación de lo que Dios es en nosotros para alcanzar cada día mas todo aquello que viene de lo alto.

Rene Giesemann
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