Filipenses 4:8 (Reina-Valera 1960)
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Existe una gran confusión hoy en día acerca de lo que es bueno, las personas piensan que todo aquello que les provoca placer o un alivio rápido aunque sea momentáneo es bueno pero poco se ponen a reflexionar acerca del efecto a largo plazo de esta acción o de la insatisfacción que podemos sentir inmediatamente después.
El concepto de lo bueno y de lo malo se ha ido transformando y pareciera que lo queremos adaptar a nuestra situación actual, lo más curioso es que al hablar con las personas, muchas reconocen que no están bien, pero siempre tienen un «pero» que les justifica a ellos, les hace una excepción a la regla y pareciera que Dios fuera consecuente solo en esto, otra vez y solo con esa persona en referencia.

Me encuentro por motivos de trabajo en Boquete, en Panama es un lugar en el cual las personas principalmente de Estados Unidos toman como su lugar de retiro, el Gobierno Panameño tiene facilidades para estas personas, al llegar al lugar es fácil quedar enamorado de las maravillas naturales de las montañas y la magia de la ciudad, pero entre mas observaba, me daba cuenta que este lugar está lleno de las comodidades de los lugares de donde provienen las personas que aquí han decidido radicar, de hecho el día de ayer me fue imposible encontrar un lugar para comer que vendiera comida típica de la región, pero si encontré todo tipo de restaurantes extranjeros, internet y servicios acoplados a las necesidades de los que ahora aquí radican.

No quiero decir que esto sea malo, lo uso como ejemplo, ya que se «supone» que las personas que viven acá vienen a hacer una vida diferente y más tranquila y por ello se mudan a un nuevo país, pero una vez que llegan acá, buscan tener y hacer lo mismo que tenían y hacían en el lugar del cual vienen.
Así nos pasa en nuestra vida espiritual, venimos de un lugar (todos) que no es precisamente el mejor, decimos que queremos estar más cerca de Dios, que hemos cambiado y poco a poco queremos que todos nuestros viejos hábitos se incorporen a nuestra nueva vida y les ponemos etiquetas de «bueno» a todas aquellas cosas o hábitos, le suena familiar?.

Lo interesante es que si no logramos u obtenemos aquello que hemos querido, no quitamos nuestra mente de ello, ocupamos interminables oras pensando en ello y también en como convenceremos a Dios de que es bueno para nosotros, sin reflexionar que si así fuera, Dios nos lo habría dado hace mucho tiempo, no lo cree?
La cita de hoy nos invita a hacer una diferencia entre lo que anhelamos y lo que es bueno, es decir, no todo lo que anhelamos es bueno, pero es Dios quien dicta la diferencia entre una y otra cosa, aprendamos a escucharle a Él y no siempre a nuestro corazón, quien nos puede engañar (Jeremías 17:9)

Rene Giesemann
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