Lucas 6:48 (Reina-Valera 1960)
Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.

Es impresionante como Dios nos puede hablar a través de cualquier persona o de cualquier situación, a mi me paso en estos días y se lo quiero compartir.

Tengo un pequeño sobrino de 2 años el cual acapara toda mi atención y mi corazón, cuando viene a casa todo se transforma y todos dejamos de hacer lo que estemos haciendo por pasar un rato con él y hace unas semanas aprendió no sé si en la guardería o con sus papas acerca del lobo que soplaba contra las casas de los cochinitos y las tumbaba, esto lo tenía sumamente impresionado, de manera que se la pasaba diciendo «el lobo!» y empezaba a soplar, un día incluso tuvimos mi madre que está de visita y yo que pasar más de una hora mostrándole en el famoso «youtube» todas las versiones de la caricatura de el lobo.

En contraste con esto terminamos el 2009, la mayoría de las personas que me rodean o mis amistades de las redes sociales se quejaron del 2009, la crisis, la influenza o cualquier cosa que les afecto, en los últimos días del año, muchos de mis clientes expresaban frases como «me urge que se termine el 2009!», como si supieran que al pasar 31 de diciembre las cosas serian distintas nomas porque si, solo así y así de sencillo, al cambiar de año, facebook se lleno de una euforia asombrosa, inimaginable, todos empezaron con los típicos buenos deseos, pero a su vez con frases como «2010 es mi año!», lo cual me lleno e gusto y de preocupación a la vez.

Es excelente tener una buena actitud, es esencial, sin ella no podemos ir a ningún lado, no podemos considero yo, ni siquiera orar adecuadamente pues una mala actitud puede interferir con nuestra fe y en lo que creemos que Dios puede hacer por nosotros, pero también una buena actitud sin fundamentos, puede correr el riesgo de desmoronarse ante no ver las respuestas como las esperamos, y podemos caer en el lado contrario.

La biblia está llena de promesas, mas de 2,000 las cuales aplican específicamente a su vida y a la mía, ninguna de ellas promete riqueza espontanea, pero si abundancia de todo lo que viene de lo alto (incluso las finanzas), no promete salud inmediata, pero si milagros y sanidades, tanto física, moral como espiritual, si promete felicidad, pero jamás condicionada del mal ajeno.

Sería interesante acompañar esos buenos ánimos que tenemos para arrancar el 2010 con conocimiento de la palabra de Dios, si conocemos las promesas que están ahí para nosotros, tendremos el fundamento para poder decir porque el 2010 será nuestro año, ya que tendremos claro lo que podemos y lo que no podemos esperar que nos suceda y que es lo que tenemos que hacer para que así sea, así evitaremos que nuestro ánimo se caiga y seamos aquellas personas que Dios diseño, que como hijos del todopoderoso, hemos sido diseñados a ser triunfadores, vencedores y sobre todo con un espíritu de dominio propio, más fuerte que nuestra carne, más fuerte que la desesperación y la frustración y sobre todo con paz.

Así como mi sobrino aprendió que el lobo puede derrumbar las casas que no tienen un buen fundamento y una buena estructura, así debemos nosotros aprender que nuestra fe tiene que tener un fundamento en la palabra de Dios y una estructura de oración y comunión con el Padre, para evitar que nuestro enemigo venga, sople y nuestra e se caiga.

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
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