Mateo 1:20 (Reina-Valera 1960)
Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

A lo largo de mi vida me he encontrado con todo tipo de personas y muchas, muchas de ellas con una gran resistencia a acercarse a Dios, todos dicen estar bien como están actualmente cuando saben en el fondo de su corazón que no es así, la realidad es que todos necesitamos acercarnos más a Dios, pero existe un gran temor en muchas personas de hacerlo.

Hay quienes tienen temor de acercarse a Dios por miedo a la religión o a la imposición de otras personas a hacer cosas o cambiar actitudes, lo cual es muy comprensible, el error de muchas religiones o denominaciones es que se han enfocado a hacer una constante comparativa de las personas que están dentro con las personas que están fuera, y en vez de hacer que el acercarse a Dios se vea como algo agradable, lo han hecho ver como algo que parece más bien condenatorio, sin recordar que Dios nos ha hablado de la gracia, que esta abunda en donde ha abundado el pecado, es decir, es cuando alguien está en pecado cuando está más expuesto a la gracia de Dios, y con esto no quiero decir que hay que estar en pecado de manera constante para poder aspirar a Dios, pero si es una realidad que es en ese momento cuando Dios se hará mas evidente en nosotros y nos llamara para que le sigamos y que hagamos los ajustes que El espera de nosotros.

Jose era un hombre justo y amaba a Maria, tanto que estaba comprometido con ella para hacerla su mujer, y Maria fue visitada por el Espíritu Santo y llevaba en si el fruto del Salvador, esto lo entendía ella, pero Jose no estaba del todo convencido, ya que le era difícil de entender, pero en su duda fue sabio, pues pudo haber consultado a los sabios de la ley o de su iglesia y le habrían aconsejado sobre qué hacer y muy probablemente le habrían dicho que hacer conforme a la ley y esta diría que le despreciara por estar esperando un hijo que no era de él, sin importar realmente cual era a fuente de este hijo, pero Jose hizo algo distinto, se dejo aconsejar por Dios, le busco en la intimidad, solamente fue a la presencia de Dios y dejo que este le confirmara lo que era correcto y lejos de cargar con un hijo ajeno, tuvo el privilegio de criar al Salvador del mundo.

Todas las cosas que vienen de Dios son confirmadas, eso está escrito y no hay manera de evitarlo, Dios quiere que usted y yo estemos seguros de cuando El nos habla y lo que nos quiere decir, por tanto no tendremos duda, la manera en que Dios nos confirma algo puede ser de mil maneras distintas, pero con un factor en común, la certeza en nuestro corazón de que no tenemos que dudar y que saldremos avantes en lo que emprendamos.

Mi invitación en esta mañana es a lo siguiente, busque a Dios como lo busco Jose, deje que El le aconseje, por difícil que le sea creerlo, El le responderá de una manera que solo usted y El sabrán y le dará los medios para salir adelante en ese problema, o bien en ese plan o sueño que tiene y se realizara con perfección por tener el respaldo de Dios.

Rene Giesemann
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