Hace algunos años mi mama me pidió le ayudara  a diseñar y a imprimir unas tarjetas para su negocio, entre ellas una de cumpleaños para sus clientas, diseñe algo muy sencillo pero con la verdadera intención de bendecir y al escoger la cita bíblica para poner en la tarjeta escogí la cita de hoy, me gusta la cita, y un día me llamo mi mama para contarme que había recibido una llamada de una de sus clientas para agradecerle la tarjeta, y decirle que la cita había tocado su corazón, que justo ese día de su cumpleaños se sentía mayor y cansada y que cuando leyó la cita recordó que es su obligación brillar, no con la fuerza o luz propia, sino la que Dios pone en nosotros.

 Este fin de semana después de años de contacto a través de otros y por facebook, conocí a mi amigo Abraham, conozco bien a su hermano quien está casado con una amiga mía muy especial, conozco a su madre quien me acogió en su casa un fin de semana genial, pero no tenía el gusto de conocerlo a él, aunque siempre he sentido como si lo conociera, así que cuando por fin nos vimos fue algo interesante ya que tuve una sensación de hermandad especial, creo que ambos lo comentamos y después Abraham me dijo algo que me impacto, me dijo algo así: «Rene tu siempre eres una persona que brilla y la luz de Dios se refleja en ti», le voy a ser honesto, jamás espere eso, no me imaginaba que alguien me viera de esa manera, conociéndolo a él y a su familia, se que lo dijo con entera honestidad, y después de masticarlo por un rato llegue a la siguiente conclusión.

 Yo no sentía que yo podría brillar en lo personal, no tengo nada especial, pero es una realidad que al igual que la amiga de mi mama, un día decidí hacerlo con la luz de Cristo, trato de hacer las cosas siempre agrandándolo a Él y para El, aun en las cosas más sencillas esta El, es parte de mis decisiones y es parte de mi diario vivir, mi vida cotidiana se basa en El, y aun en los momentos que no actúo del todo bien, está presente y me recuerda el buen camino, amo lo que Dios hace en mi vida y por tanto me di cuenta ahora que Abraham me lo dijo, que Dios se agrada en ello.

 No crea usted por favor que me jacto de ello, por el contrario, la intención de este correo es recordarle que estas líneas no llegaron a usted por casualidad, Dios quiere hacer algo en su vida, por su vida y lo más importante a través de su vida, usted lo puede hacer de 3 maneras, a su manera personal con sus propias fuerzas y con el riesgo de la desilusión, a medias con Dios y a medias con sus fuerzas, corriendo el riesgo de vivir todo el tiempo bajo su propio enjuiciamiento y condenación , o bien con la fuerza que Dios le ha dado y la luz que El hace brillar en usted, para que no solo usted sea bendecido, sino para que otros lo sean por medio suyo y puedan aspirar a lo que usted tiene en su corazón.

 Mi invitación esta mañana es a reconocer en su propia vida los llamados que Dios le ha hecho, y se de cuenta que la persona más beneficiada por ello es usted, atrévase a dejar su propio entendimiento, sus fuerzas y su rutina a un lado y atrévase a ser parte de la bendición de Dios, atrévase a reflejar su luz, su rostro y a ser parte de su obra, brille con la luz que El le da, no se preocupe, no tiene que hacerse una  persona religiosa, solo tiene que dejarse amar y ser obediente a lo que El pone en usted, no a lo que los demás esperen que usted haga.

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