Hebreos 1:1-2 (Reina-Valera 1960)
Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
Ayer tuve la oportunidad de platicar con Marisa, platicamos sobre muchas cosas, pero en especifico nos involucramos en el tema de cómo Dios le habla a las personas, y eso es algo que reta la fe de muchos, hay personas que tienen la idea de que Dios les «quiere decir cosas», o bien que les «manda señales», pero en realidad son pocas las personas con las que hablo que me comentan que realmente entienden cuando Dios les habla, esto no es malo, solo es una gran oportunidad para seguir al siguiente nivel.
Es definitivo el que Dios nos habla y lo hace de muchas maneras, pero tenemos que conocerlo para entenderlo, es muy fácil, es como cuando recién nos presentan a alguien y al platicar con esta persona hacemos un comentario que para nosotros es normal, mas ofende a nuestro interlocutor, pero lejos de decírnoslo, se retira y nos enteramos después, cuando lo hacemos, lo primero que pensamos o decimos es «no conozco lo suficiente a esta persona como para saber que se iba a molestar por un detalle así».
Así pasa con Dios, obviamente El no se va a molestar por nuestros comentarios, pero como sabemos de qué manera nos quiere hablar y que es lo que nos quiere decir o de qué manera piensa responder nuestra oración si nunca nos hemos tomado la molestia de conocerle.
Mi Abuela en algún momento me comento «no entiendo a Dios, dice que es un Dios de amor y el antiguo testamento es un solo baño de sangre, no veo como un Dios de amor pueda permitir tanta muerte», como se imaginara nuestra platica se prolongo y se profundizo y termine explicándole cada una de las razones y de las circunstancias de cada batalla del antiguo testamento y me respondió lo siguiente: «ah! Es como cuando los padres disciplinan a los hijos y de vez en cuando les tienen que dejar que pasen un mal rato, o bien los tienen que animar a que no se dejen del niño abusador de la escuela!»
Hay quienes experimentan que Dios les dio o les respondió algo y después esperan que en todas las ocasiones sea igual, de hecho Marisa me lo comento ayer, «siempre que pido algo lo recibo», la pregunta ahora es, hay algo mas allá para ella con Dios?
La respuesta solo la obtendrá ella en su comunión intima con Dios, así como le puedo decir que para usted es igual, Dios no tiene un método para hablarle, pero de vez en cuando hay que hablarle, no solo pedirle y más importante, muy seguido hay que escucharle y callar, para saber qué es lo que nos quiere decir, no como en los antiguos tiempos a través de alguien más, sino de manera directa y sin intermediarios.
Esta mañana le invito a que haga eso, a que tome su biblia, léala, aprenda el carácter de Dios para que sepa cómo hablarle, se dará cuenta cuantas cosas tiene para usted que no conocía y que aun tiene por experimentar, déjese consentir y abrazar por el Padre por medio de la misericordia del hijo.
Rene Giesemann
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