Hebreos 12:28 (Reina-Valera 1960)
Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.

Hace unas semanas le hablaba en estas líneas diarias acerca de que en ocasiones no sabemos el por qué estamos agradecidos con Dios, tomamos nuestra bendición como un todo y somos agradecidos en lo general, sabemos que Dios tiene su mano sobre nosotros pero no entendemos el efecto especifico de ello, y esto tiene su fundamento en algo muy sencillo, y se lo voy a explicar.

Hace unas semanas conocí a un chico quien específicamente me expreso su necesidad de cambiar, pues en su corazón tenía la certeza de ser malo, o bien haber actuado con maldad, me pidió orara por él para que fuera cambiado.

agradecidoAl escucharle le pregunte, «porque es lo que quieres que ore?», y él me respondió,» quiero que ores por mí para que sea bueno», a lo que tuve que preguntar de nuevo,» que es lo que te hace malo?», y solo dábamos vueltas sobre lo mismo y no llegábamos a ningún lado, no es que a mí me interesara las historia de este chico, es más, jamás lo volví a ver, pero tuvimos que llegar  un punto en el que tuvo que platicarme todo lo que había en su vida pasada y me conto cada detalle, lo interesante es que con cada cosa «mala» que él me contaba, venia una justificación, es decir, tenía una razón o una causa para cada uno de los pecados que había cometido, pero ninguno era atribuido a él, por tanto no los reconocía como pecados y no los atribuía a sí mismo, por tanto nunca en realidad los pudo confesar antes y nunca pudo ser perdonado.

La biblia nos habla de que para que entendamos de que hay pecado en nuestra vida, hay una ley, la ley de Dios (Romanos 5:20), es decir, solo conociendo la ley de Dios sabremos si estamos en pecado, y sabe qué?, entre mas lea la palabra, mas se dará cuenta de que estamos hasta el cuello de pecado en nuestra vida!.

Esto no es para alarmarse pero si para ocuparse, es decir, una vez que entendemos el pecado en nuestra vida, podremos arrepentirnos y ser perdonados por cada pecado (aun cuando no tengamos la «culpa de ello») y aprenderemos a hacerlo de manera diaria, así sabremos en especifico el por qué debemos estar agradecidos con Dios y podremos entender cada cosa que hizo El por nosotros, entenderemos como funciona su corazón  empezaremos a entender como su mano esta en las miles de cosas buenas que nos suceden cada día.

Se preguntara ahora el que tiene que ver lo que le he contado con la cita del día de hoy, es muy sencillo, tiene que ver con el servicio a Dios, en el momento que entendemos de dónde venimos en especifico y lo que somos el día de hoy por la gracia de Dios, y discernimos lo que es eterno de parte del Padre para nuestras vidas, es entonces cuando nos damos cuenta de la necesidad de expresar nuestro verdadero agradecimiento, es cuando entendemos la razón verdadera de servir a Dios y entendemos él como El espera que lo hagamos, y es cuando lo hacemos de esa manera, que logramos arrancar una sonrisa de su boca con cada cosa que hacemos, por tanto, el que no se ha decidido a servir a Dios, tiene que buscar en su corazón el porqué en especifico está agradecido con El, hoy es día de Gracias, que mejor día para empezar, no lo cree?.

Rene Giesemann
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