Isaías 1:18 (Reina-Valera 1960)
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

Dicen que el primer paso para solucionar un problema es el aceptar que el problema existe, es decir si no lo hacemos tenemos un problema de negación, la negación es el querer evitar darnos cuenta de que hay algo que esta vigente en nuestra vida es real y que a la larga nos puede hacer daño (si es que nos referimos a algo malo),  al pasar de los años y en mi tiempo en intimidad con Dios me he dado cuenta que esta es una táctica muy común de nuestro enemigo, el tratar de convencernos de que no estamos mal y de que no tenemos que cambiar nada, así como estamos estamos bien.

Hay muchos tipos de pecado y las personas han incluso encontrado maneras de categorizarlos, como si tuviera algún sentido, siendo que Dios ha mencionado que para El, es igual un mentiroso que un asesino, en otras palabras, Dios no nos da la oportunidad de que «pequemos poquito» o «menos que el vecino», Dios espera de nosotros que seamos íntegros y que día con día reconozcamos que hemos pecado, que traigamos ante El nuestro pecado, nos arrepintamos por ese pecado y que recibamos misericordia por el, si no, como recibiremos misericordias nuevas cada mañana?

El hecho de que Dios mismo nos hable en su palabra sobre la necesidad de recibir nuevas misericordias cada día, nos enseña que Dios quiere dejarnos claro quienes somos, El nos ha dado una identidad nueva a partir del día que le permitimos entrar en nuestro corazón, ello nos da la oportunidad de perseverar por una vida eterna, pero a su vez nos deja en claro que somos suceptibles al pecado, nos dio una capacidad inevitable de pecar, no con la intención de que pequemos, sino con la intención de que no olvidemos de que solo ha uno que es bueno y es santo y de que sin ese diario perdón y esa diaria misericordia no podremos seguir adelante, es decir, Dios nos ayuda a que por medio del reconocimiento de nuestro pecado, no corramos el riesgo de querer parecernos a El, y querer se como El como en su tiempo hizo Luzbel.

Muchas personas prefieren seguir en la negación ya les avergüenza el tener que ver lo que han logrado por si mismos, o bien el pensar en todo lo que tienen que cambiar en su vida, la misma imagen viene a mi una y otra vez de las personas que piensan que primero tienen que cambiar y luego podrán ser dignos de acercarse a Dios, pero no se dan cuenta que eso es la obra de nuestro enemigo que a su vez es nuestro engañador, el viene y nos confunde, en vez de que pensemos y reconozcamos a detalle cada pecado de nuestra vida y nos arrepintamos por ello, nos hace sentir que son muchos, y le voy a explicar como lo entiendo yo: hay veces que tenemos que corregir ciertas actitudes que nos llevan a pecar, el mentir, el mal decir, el ser deshonestos, que se yo, y que si diario reconociéramos cada pequeña mentira que dijimos, nuestro corazón nos prevendría de hacerlo de nuevo, eso se lo aseguro, pero en vez de poder ir atrás y recordar cada situación, solemos pensar en general «soy un mentiroso» y en vez de verlo como una oportunidad lo vemos como un problema y tratamos de arrepentirnos en general por ser mentirosos, pero desafortunadamente no cuenta, porque no sentimos un genuino arrepentimiento por cada pecado, y el «ser mentirosos» en general nos hace sentir culpables pero no nos permite realmente arrepentirnos, ya que nos da miedo reconocer cada pecado y por miedo a la vergüenza (humillarnos) de declararlos, los ponemos en una bolsa que se va haciendo cada vez mas grande y mas pesada.

La cita del día de hoy es un gran alivio, no solo para mi vida, sino para la de muchos, ya que comienza con «estemos a cuenta», si hacemos cuentas en dinero con alguien, no podemos simplemente llegar con una bolsa de dinero y decirle «toma de ahí lo que te debo y después paso por el resto», ya que corremos el riesgo de que nos engañen y creo que es difícil confiar a tal grado en alguien, así mismo Dios, quiere perdonarnos, no solo por nuestro pecado en general, sino por cada pecado en especifico, por ello nos pide estar a cuentas, y nos dice mas delante en la misma cita, no importa que tan rojo sea tu pecado, yo tengo la capacidad de hacerlo blanco, no como si no hubiera existido, sino como que ya es perdonado.

Este día lunes empiece la semana con el pie derecho, haga un recuento del pecado que hay en su vida, y lleve cada uno de ellos delante de Dios y experimente el arrepentimiento genuino,después de ello reciba el perdón asombroso de Dios y aprenda a caminar sin ese peso que traía cargando por años y al cual se había acostumbrado.

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
Página en Facebook

Rene Giesemann

Rene Giesemann

¡Comparte esta entrada, elige tu plataforma!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *