Lucas 7:16 (Nueva Versión Internacional)
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. Ha surgido entre nosotros un gran profeta decían. Dios ha venido en ayuda de su pueblo.

Alguna vez se ha puesto a pensar que hará el día que Dios responda la oración que hay en su corazón? el día que sus peticiones sean cumplidas?.

Yo  me lo imagino de muchas maneras, una de ellas, es como cuando se espera un bebe, durante el embarazo hay muchos planes y buenas intenciones, pero en el momento que el bebe nace, todo es distinto a como se planeaba, hay una sensacion de pánico, amor, alegría, todo combinado y al mismo tiempo, los que son Padres me sabrán entender, sobre todo cuando es el primer hijo.

Las respuestas a nuestras oraciones no son distintas, solo que a diferencia de un embarazo, no sabemos cuando en especifico vendrá la respuesta a esa oración, y muchas personas se van con la idea de que lo suyo tendrá que esperar mas de lo que imaginan o que no ha sucedido por que «no ha sido voluntad de Dios»

La realidad es que Dios tiene un sistema de respuestas automáticas, hace un par de meses tenia una petición en especial para con Dios y le aseguro que la hice desde el fondo de mi corazón, y cuando termine de hacerla tuve la sensacion de que fue hecho en ese preciso instante, pero no lo veía materialmente; Esta sensacion me acompaño todo el día hasta que decidí hacer una pregunta a Roberto Tinoco un gran amigo y consejero, a quien pregunte literalmente «Cuando uno pide algo desde el fondo de su corazón, cuanto tarda en venir la respuesta» a lo que el respondió «Isaias 65:24», estas palabras conmovieron mi corazon, ya que no solo confirmaba esa sensacion que tenia, sino que venia como confirmación por medio de la palabra de Dios, esto es una promesa y no aplica solo para mi necesidad, sino para todas las necesidades de las personas.

Desde ese día, le puedo decir que aun no recibo la respuesta especifica que pedí, pero me he dado cuenta de que desde ese día Dios ha actuado en mi vida y me ha preparado para recibir la petición de mi corazón, se lo voy a explicar de esta manera, Joel un muy buen amigo esta por cumplir 18 años, y he sabido que desea un coche y esta orando por el, lo cual me parece formidable, pero entiendo que habrá dos tipos de respuestas, la que todos esperaríamos, el que sus padres le obsequiaran un coche, o bien una a la manera de Dios, donde lo llevara por el proceso de prepararlo para tenerlo, imaginese, pide por un coche y aun no tiene una licencia para conducir! y obviamente a su edad aun no tiene un trabajo para solventar los gastos para ese coche y no es que sus padres no se lo puedan dar, yo tuve la fortuna de tener coche desde temprana edad y no trabajaba aun, pero recuerdo muy bien que mi padre antes de proporcionarnos un coche a mi hermano y a mi, nos enseñó a conducir, nos llevo a tramitar nuestra licencia y nos mostró toda la responsabilidad que trae el conducir, hoy en día, le puedo decir que soy un buen conductor, conduzco rápido pero con una  buena técnica y siempre alerta a las cosas a mi alrededor, no me podría jactar a que es por mi destreza solamente, sino a la preparación que recibí por mi padre y le aseguro que sus palabras resuenan en mi mente cada vez que hago algo de la manera que no se debe.

Así mismo ha sucedido con mi bendición estoy siendo preparado para mi respuesta, pero no quiero dejar de de mencionar esto que es importante, después de haber recibido respuesta de Dios por medio de mi amigo Roberto, entre en pánico!, me dije a mi mismo, que?, como? tan rápido? y que si no estoy listo para recibir esto?, y lo único que se me ocurrió en ese momento fue alabar a Dios y confesarle, el hecho de que si la bendición venia es porque es SU tiempo y no el mio, le aseguro que desde entonces han pasado los 2 meses mas emocionantes de mi vida ya que vivo un proceso que Dios me va describiendo día a día.

La cita de hoy nos hace esa aclaración, el pasaje trata de cuando Jesús vuelve a dar vida a un joven que había muerto, el hecho es tan fuerte que todos entran en temor, ya que aunque todos lo deseaban no lo veían como posible, no fue sino hasta que Jesús estuvo presente, hizo algo mas allá de su fe, por tanto el temor les lleno pero a ver que era Jesús quien lo hizo y le alabaron,así mismo, usted y yo no estaremos listos para recibir una bendición hasta que hagamos lo mismo que las personas del pasaje: dejar que Jesús intervenga en nuestra situación y haga algo mas allá de nuestra fe, para que quedemos asombrados e impactados de su poder y le alabemos, no por lo que hace, sino por lo que El es.

Rene Giesemann
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