Mateo 5:11-12 (Nueva Versión Internacional)
Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes.

Que busca usted de Cristo?, la bendición de hoy?, la solución de un problema que le aqueja?, o una relación con El?, en este mundo al que diseña casas para construirlas le llaman arquitecto, al que litiga y hace valer la ley le llaman abogado, al que cura, le llaman medico y estas personas se aseguran de que les llamen como tal para poder ser reconocidas por lo que son, pero a los que buscan de Cristo, no quieren ser llamados Cristianos, y no me refiero a la religión sino al hecho de creer y seguir a Cristo.

Diario me topo con personas que dicen «yo soy de «x» religión pero no asisto», o quienes  se atreven a decirme «yo no soy religioso como tú», pero ninguno (en serio ninguno) alguna vez se ha declarado cristiano, o seguidor de Cristo, la mayoría dicen orar y pedir, pero pocos dejan notar los efectos de su fe, más bien tratan de envolver en palabras confusas el hecho de reconocer que no tienen una relación intima con el que dio su vida por todos nosotros, pero en su desconocimiento  se olvidan de que todo está escrito, yo siempre digo «Cuando Dios está en nuestras vidas se nota», la biblia dice «por sus frutos los conocerán» (Mateo 7:16).

Las personas tienen miedo de ser tachadas de religiosas, porque saben que el llevar cierta etiqueta conlleva a una responsabilidad de actitud, y si eso es ser religioso. La religión es una serie de reglas que hay que seguir y que el no llevarlas a cabo puede tener una serie de consecuencias, pero el tener una fe no lo es, ya que existe una realidad que elimina toda regla, el hecho de que Cristo ya pago por nuestros pecados, por nuestros errores y todo aquello que podamos haber hecho y aun lo que no hemos cometido, la única condición es el arrepentimiento genuino, pero el de nuestro corazón, no el que se demuestra con los demás.

El seguir a Cristo tiene varias garantías, una de ellas es el que seremos perseguidos y  juzgados, yo en lo personal considero que fue una manera un tanto irónica (por favor entienda que es mi opinión no una verdad bíblica) de Dios de recordarnos que vamos por el buen camino y que debemos de mantener la vista fija en la meta mas no en el camino, tal como decía el Quijote: «Si los perros aun ladran es señal de que seguimos avanzando»

La principal característica de ser Cristiano o seguidor de Cristo (insisto, no hablo de alguna religión o denominación, sino del hecho de tener una relación con El), es que tenemos la certeza de quien somos ya que Cristo nos da identidad, nos reafirma en quienes somos, le quiero compartir un escrito que encontré en Colon, Panama hace unas semanas que me impacto, ya que confirma mi identidad de acuerdo a lo que Cristo hizo en mi:

Cuando digo que soy Cristiano
No estoy alardeando de que «Soy un Santo», estoy confesando que estuve perdido y que Cristo me rescato y perdono

Cuando digo que soy Cristiano…
No digo esto con arrogancia, estoy confesando que a veces flaqueo y que necesito que Cristo sea mi guía

Cuando digo que soy Cristiano…
No estoy aparentando que soy fuerte, estoy diciendo que soy débil, y que necesito de su fuerza para continuar

Cuando digo que soy Cristiano…
No estoy diciendo que todo lo hago perfecto, mis defectos son muy obvios, pero Dios piensa que valgo la pena

Cuando digo que soy cristiano…
Es que aun soy sensible y que siento dolor cuando me lastiman

Después de haber leído esta reflexión, puede usted decirse Cristiano?

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
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