Juan 3:20-21 (Nueva Versión Internacional)
Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto. En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.

Ayer reflexionaba sobre lo que las personas dicen con sus bocas y las cosas que realmente quieren decir, yo recuerdo perfectamente hace años cuando fumaba, siempre decía que quería dejar de hacerlo, ya fuera por salud o por estética, pero nunca lo hice, simplemente porque en el fondo jamás lo quise, y el día que me decidí a hacerlo, lo puse en manos de Dios y simplemente sucedió y listo, no digo que fue fácil pero fue constante y definitivo, al día de hoy no he vuelto a fumar, ni a tocar un cigarro.

Con este comentario no quiero juzgar a los que fuman, solo es un ejemplo muy claro de cómo las cosas pueden cambiar o no de acuerdo a como lo decidamos en nuestros corazones, ya que así como la situación que pase con el cigarro, así pasan muchos con la vida de pecado, los malos hábitos o simplemente con el hecho de acercarse a Dios, ninguno se irá o bien no sucederá hasta que no tomen la decisión de verdaderamente hacerlo.

El porqué no tomamos esta decisión es por temor a enfrentarnos a nosotros mismos, ya que cuando lo hacemos, nos tendremos que dar cuenta de lo que los demás se habían dado cuenta hace tiempo, es decir tendremos que admitir que estábamos mal y pensamos que todos nos señalaran por ello, pero en realidad Dios es un caballero, solo El se da cuenta de la situación por la que pasamos, nos consolara y se asegurara de que nosotros veamos lo grave que es, pero no para avergonzarnos, sino para asegurarse que no regresemos ahí por ningún motivo, Dios solo tiene pensamiento de bien para nosotros y aun lo que pareciera que pudiera dolernos, es para que forjemos nuestro carácter y salgamos adelante con bien, fortalecidos y pudiendo representar dignamente al Dios que nos ama.

Muchas personas deciden cambiar y caminar de la mano con Dios, solo que comenten un pequeño error, empiezan a comparar quienes son ahora con quienes eran antes, y no se dan cuenta de cuánto esto los detiene, ya que en vez de ver lo que ya han cambiado, deberían de ver lo que aún les queda por cambiar y los beneficios que les quedan por recibir (Filipenses 3:13-15), para que así de esta manera puedan animarse, y apresurar el paso; Qué sentido tiene el mira hacia atrás mientras se avanza hacia adelante?, si no miramos el camino, corremos el riesgo de tropezar y desanimarnos.

Mi invitación de este día es a que ame la luz, no piense en lo que es hoy y lo que tiene que cambiar, solo piense en la oportunidad que Dios le da y la persona en la que puede convertirse, si no tiene idea de lo que puede usted hacer o en lo que se puede convertir?, es muy fácil, empiece por buscar los frutos (Gálatas 5:16-26) que usted puede dar, vea en ellos cada actitud nueva que podrá obtener en su vida y entienda como esta será transformada por su nueva manera de vivir y los beneficios que puede obtener por ello.

Necesita que la luz brille mas o con eso le basta? No se preocupe por si su pecado queda expuesto, si así sucede, es con un único fin, que sea lavado y quitado de manera definitiva, para que nunca más tenga que esconderlo .

Rene Giesemann
giesemann@gmail.com
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