Génesis 18:1 (Reina-Valera 1960)
Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.

Hace ya varios días que he estado reflexionando acerca de la oración, he tratado de entender el por que recibo tantos correos pidiendo ayuda de sobre como orar, y de como estar en comunicacion con Dios, ya que hay cosas que afortunadamente para mi son muy claras, pero no se como hacer para transmitirlas a otros, pero fue a lo largo del fin de semana que lo entendí y sobretodo hace un par de horas y le voy platicar.

Ramón y Alma son el matrimonio quien me alquila el lugar donde vivo, son unas finisimas personas y con el paso del tiempo nos hemos convertido en buenos amigos, creo que no pasa día (cuando no me encuentro de viaje obviamente) que no nos tomamos cuando menos un par de minutos para platicar y ponernos al día, ellos a su vez tienen 2 hijos, Ramón y Andrés, y como todos los padres orgullosos, no pierden ocasión para hablar de ellos, así que pareciera que yo conozco perfectamente a Ramón y a Andrés, mas no es así, a Andrés lo he visto un par de veces y a Ramón lo conocí hoy.

Ignoro si Ramón y Alma hablan con sus hijos de mi, pero al convivir con ellos esta noche, me percataba como cada una de las cosas que sus padres hablan de ellos hacen sentido y mientras sus padres estaban alrededor me sentí muy cómodo, mas hubo un momento en el que nos quedamos solos los 3 y paso lo que siempre pasa, no teníamos nada de que hablar, ya que en realidad no nos conocemos, y aunque yo se mucho acerca de ellos y asumo que ellos de mi, nunca nos había tocado estar un momento a solas y comunicarnos directamernte, me imagino que ha estado en esta situación, hasta cierto punto algo incomoda, no lo cree?.

Voy a comparar esta misma situación con otra situación que es muy cotidiana en mi vida. Al vivir en un destino turístico como lo es la Riviera Maya y a solo unos pasos del mar, pues es lógico tener visitas de constante, además de que soy una persona muy bendecida con muchos amigos y es un honor el poderles recibir en mi casa; En mi persona tengo el habito de bendecir la mesa, orar acerca de los sucesos del día, los alimentos y no pierdo oportunidad para bendecir a mis visitantes, es algo que me sale del corazón hacer y por mientras haya oportunidad invito a que los que comparten la mesa conmigo me apoyen siempre a orar por los alimentos, no importando el lugar, mis visitantes hasta hoy lo han visto como un buen gesto y muchos incluso se sienten muy cómodos con la situación, por lo cual lo disfruto, pasados los días, y ya en mas confianza, invito a mis visitantes a que dirijan la oración para bendecir la mesa (obvio es una invitación y no una obligación), y es ahí donde muchos se quedan helados y de repente no saben que decir, incluso muchos optan por no hacerlo, lo cual es del todo respetable.

No se si distinga la similitud entre ambas situaciones, mientras yo estaba cerca de Ramón y Alma, me sentía muy cómodo con respecto a sus hijos, y mientras yo ore por los alimentos, la mayoría de la gente se siente cómoda al respecto de orar y bendecir la mesa, la situación difícil comienza cuando me quedo solo con los hijos de mis amigos o alguien de repente tiene que hablar directamente con Dios delante de los demás, y esto se debe (no siempre, pero muy comúnmente) a la falta de una intimidad con el interlocutor, es decir, no tengo una relación de amistad con los hijos de Ramón y Alma, y tristemente muchas personas no la tienen con Dios, por ello no saben que decirle al momento de estar cara a cara con El.

Esta tarde meditaba sobre esto, aun sin saber que estaría con mis amigos y sus hijos y meditaba acerca de Abraham, que especial debería de ser Abraham delante de Dios, como para que este viniera a buscarle a la puerta de su tienda (en ese entonces vivía como nómada en carpas), y además le busco para darle la mejor de las noticias, que seria padre, no cree usted que debió haber un lazo muy especial entre ambos, como para que aquel que es Dios viniera y lo mas importante, en pleno calor del día, antes no lo había entendido, pero hoy me quedo muy claro, y se lo voy a explicar.

Esta tarde estaba con Oscar mi amigo y planeábamos comer algo en un evento al que asistimos, pero la fila de la comida estaba muy larga y estimábamos tener que esperar cerca de media hora para poder obtener un platillo, mas vimos a otro amigo en común que había llegado ya al área de servirse por lo que audazmente y con toda intención le saludamos de lejos, nos saludo de regreso y en segundos teníamos que comer sin hacer fila, así mismo hacia Abraham, tenia tanta confianza con Dios que hacia aquello que muchos años mas tarde escribiría el salmista, Abraham vivía de continuo en la presencia de Dios y sabia que la sombra del todopoderoso le cubría (Salmos 91:1), y sabia que podía salir en el sol del desierto  su amigo (Dios) vendria a cubrirle y darle refresco>

La diferencia entre Abraham y muchas personas (y por favor no entienda que aseguro que quienes vienen a mi casa no tienen relación con Dios, solo fue un ejemplo), es que las personas conocen a Dios como yo conozco a los hijos de Ramón y Alma, solo de oídas y por platicas, mas Abraham habitaba al abrigo del altísimo, es decir, no iba de visita de vez en cuando, sino que estaba ahí de constante, tenia su domicilio en presencia de Dios, y sabia que podía confiar en que le socorrería cuando lo necesitara y el resto del tiempo simplemente se disfrutarían como buenos amigos, jamas Abraham sospecho que Dios le había bendecido, sino que tenia siempre la certeza de  donde venia su bendición por que además Dios se aseguraba de hacerle saber que era El quien le había bendecido.

Este lunes comienzo de semana mi invitación es a que si usted no tiene una relación con Dios aun, como la tenia Abraham, comience por buscar un lugar como lo tenia Abraham, donde sea su encuentro con Dios, donde fomente su relación con El, obvio basado en su palabra y comience a disfrutar de las visitas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo según sea su caso.

Rene Giesemann
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