Buscar a Dios en momentos de necesidad es muy fácil, simplemente dejamos de hacer lo que estemos hacienda y volteamos a Dios a clamar acerca de nuestra necesidad y esperamos que el favor de Dios este con nosotros, mas Dios conoce nuestros corazones y puede a veces detener esa bendición no por que no sea lo adecuado para nosotros, sino que sabe que es lo que haremos una vez que estemos libres de preocupaciones.
Es sencillo, como cuando paga sus tarjetas de crédito, cada vez que las tiene a tope, usted piensa en que una vez que las pague no volverá a gastar de esa manera, mas una vez que están limpias, olvida el esfuerzo que le costó el pagarlas y simplemente da rienda suelta a las compras innecesarias, así nos sucede con la libertad que Dios pone en nosotros, una vez que somos libres, tendemos a regresar a nuestras prácticas acostumbradas.
¿No cree que es tiempo de disfrutar las bendiciones de Dios en pleno? ¿Por largo tiempo y de manera constante? Ore, reciba el favor de Dios y una vez que lo tenga compártalo con los que lo necesitan para que le sea aumentado y multiplicado.