En pasados días he recibido algunos correos de cadena que ciertamente me preocupan ya que promueven un sentido que no nos favorece, nos dan un falso sentido de auto-justicia, le explicare…
 
La palabra de Dios nos enseña que tenemos las autoridades que merecemos, es decir las autoridades son el reflejo de los pueblos en el caso de los gobiernos o bien el reflejo de los subordinados en el caso de un trabajo, siempre recibimos lo que merecemos.
 
Un pueblo no puede tener un buen gobierno si no es un buen pueblo, los valores, los hábitos y todo lo demás se transmiten y no podemos hacer mas que cambiar nosotros en lo poco y en lo pequeño, tratando de exhortar a las personas para que lo hagan también pero primeramente hay que poner el ejemplo.
 
Hay quienes esperan que tengamos buenos gobernantes cuando no son capaces de pagar sus infracciones de transito por haber excedido el limite de velocidad y prefieren pagar un soborno al agente que los detuvo, hay quienes no quieren ir a la cárcel por un delito que cometieron y prefieren pagar una jugosa cantidad a un juez para que emita un amparo, y así sucesivamente, como esperamos entonces tener buenos gobernantes si no les meceremos.
 
El sentido de la justicia debe de venir de desde lo pequeño, hace unos días recibí un correo acerca de un sheriff en estados unidos que se ha hecho famoso por tratar a los criminales a su cargo como tales, como criminales, les imparte disciplina, pero les humilla haciéndoles usar colores de mujer para vestir entre otras cosas, este correo ha circulado por miles de bandejas de entrada y ha sido reenviado en muchas ocasiones, y mucha gente opina sobre esto y le da gusto que otros seres humanos sean tratados de una manera denigrante, por el hecho de ser criminales, pero en ningún momento han dejado de ser seres humanos y objeto de la misericordia de Dios, por favor no me malentienda, en ningún momento justifico sus hechos, le prevengo a usted de que actúe en injusticia.
 
Independientemente de que lo merecieren o no, no es nuestro papel el alegrarnos por la desgracia ajena, imagínese si eso enseñamos a nuestros pequeños, ¡¡que será de ellos el día de mañana que ocupen lugares como jefes o como gobernantes!!
 
La cita del día de hoy nos enseña que nuestra justicia en lo personal y en lo particular engrandecerá a la nación en la que vivimos, el vivir en justicia se contagia, empecemos a hacerlo hoy, para engrandecer el mañana de nuestra nación.

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