Esta mañana platicaba con un buen amigo, que se encuentra en una situación difícil en su vida laboral y me platicaba que no sabia que hacer al respecto, comentaba que no sabia a quien recurrir por ayuda.
Al reflexionar sobre su situación recordé que muchas veces tomamos a Dios como un ajeno y no como una parte de nuestra familia, como un consejero y quien aun que no esta físicamente presente, tiene la capacidad de abrazarnos, abrigarnos y consolarnos.
David al escribir estos salmos describía en cada uno ellos su relación con Dios y lo dejo por escrito para que nosotros el día de hoy tengamos la certeza de que Dios no es ajeno y es parte de nuestra vida cotidiana y nos puede ayudar asi como la persona mas cercana.
Me atrevo a preguntarle, ¿cuantas veces ha recurrido usted a Dios de esta manera?