Cuando empece mi caminar en Cristo hubo muchas de las preguntas usuales, ¿ya te cambiaste de religión? ¿ya no te van a dejar tomar? ¿ya no saldrás de noche?, y en ese tiempo podían ser preguntas que me eran difíciles de contestar por que yo solo sabia que había un anhelo ferviente de seguir a Dios y que El tenia algo para mi.
Obviamente todos tenemos una necesidad constante de ser bendecidos por Dios, mas sin embargo eso depende de la misericordia de El y no de nuestro comportamiento, asi que me puse a buscar en mi comunión con Dios por que era que sentía esa necesidad de separarme de muchas cosas y no por que fueran malas, sino por el puro hecho de que ya no existía esa necesidad de ellas o ya no había un gusto por ellas.
¡El día que leí la cita de hoy encontré dicha respuesta!, la palabra de Dios nos enseña que debemos de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos y esto no puede ser hecho por cualquiera, le voy a poner un ejemplo…
El día de ayer tuve un severo problema de salud, al grado de que tuve que terminar en el hospital, yo no soy una persona que visite al medico o vaya al hospital con frecuencia por tanto soy un poco mas desconfiado que muchas personas y menos suelo hablar de lo que me pasa con un desconocido, me toma mucho rato el entrar en confianza en un lugar asi y menos voy con un médico que no conozca (el problema es que no conozco muchos médicos) asi que trato de ir con uno que me recomienden, y ahí es donde se relaciona la cita de hoy con la situación que me aconteció….
Cuando una persona es capaz de recomendar a otra es por que conoce su manera de vivir, y sabe que tiene un buen testimonio, creo que sucede igual con un médico ¿no?
Al momento que Dios nos envía a amar a nuestro prójimo en definitiva es para servirle, y no creo que Dios que conoce nuestros corazones, enviaría a cualquiera a servir a uno de sus hijos en necesidad, ¿o si?
La cita de hoy nos enseña que debemos estar dispuestos a ser limpiados para ser vasos de honra y podamos ser llenados de la unción del Altísimo, y que tengamos un corazón listo para las buenas obras.
Dios es capaz de bendecirnos y lo hace todo el tiempo y como lo comentaba, todos somos sujetos a la bendición de Dios por su misericordia, mas sin embargo si usted se santifica (significado: se separa para Dios) será mas que bendecido por que estará listo para ser usado como un instrumento de Dios.
¿Cuanto esta usted dispuesto a cambiar su manera de vivir por su prójimo? ¿cuanto esta usted dispuesto a ser mas que bendecido?, ¿cuanto esta usted dispuesto a ser un instrumento?