Yo creo que todos en alguna ocasión hemos repetido la tan trillada frase de «para Dios no hay imposibles» y me atrevo a decir trillada ya que por lo general la usamos cuando alguien que no somos nosotros está en una situación difícil y no tenemos que hacer uso de nuestra fe para asegurar lo que decimos.
Pero dándole vueltas a la cita de hoy llegué a la conclusión de en donde radica la diferencia para que está palabra sea cierta no solo en su vida sino en la de cualquiera, la cita comienza con » y mirándolos Jesús» y creo que eso es el centro de la frase.
Para que las cosas que necesitamos que nos son imposibles y solo pueden ser posibles para El, debemos estar en su vista, y no solo eso sino debemos de captar su atención de manera que nos mire y no solo nos vea.
Usted y yo sabemos que es lo que le agrada, que le busquemos en oración, que dediquemos un tiempo específico para pasar con El, que leamos de su palabra y así El hará lo mismo por nosotros, dedicará un tiempo especial para nosotros y cumplirá los anhelos de nuestro corazón.