Hace unos días conocí a un Matrimonio, Samuel y Mirna y creo que son dignos de ser mencionados por el gran ejemplo que me hicieron entender ese día.
Mirna acaba de pasar una enfermedad que atentaba contra su vida, y cuando lo platicaba lo hacía con una paz que me pudo sorprender, ella desde el principio de su relato comentaba que estaba consciente de que Dios quería hacer algo en su vida, en ningún momento la escuché quejarse de lo doloroso que había sido o lo costoso del tratamiento, todo el tiempo ella repetía una y otra vez que sabía que su enfermedad era pasajera.
Al terminar la reunión tuve la oportunidad de platicar con Samuel quien me relató la dependencia de Dios que han tenido desde que les hablaron de la existencia de la enfermedad de Mirna y que aún su matrimonio se ha solidificado a raíz de la misma, me relataba los ayunos que hizo y la confianza con la que esperaba en Dios.
Obviamente hay muchos mas detalles en la historia de estas personas, pero lo relevante es que ellos en todo momento sabían que ni en sus fuerzas ni en las de los médicos había solución para la enfermedad de Mirna, asi que solo decidieron hacerse a un lado para que la obra de Dios se manifestara en sus vidas y que la enfermedad no tenía una raíz en ellos sino solo un propósito en Dios.
En este comienzo de semana, quiero invitarle a que tome su vida por un segundo en sus manos y la vea desde una perspectiva distinta, que la vea como el mapa en el que Dios trazó un camino para su obra, todas las cosas, personas y aun circunstancias a su alrededor son parte de su perfecto plan, El quiere que usted siga por este camino, le dejo un instructivo de como seguirlo (la Biblia) y le pide de lo que en éste instructivo lea, solo confíe, ya que cada una de las cosas ahí relatadas, serán hechas por El, por amor a usted.