De qué nos perdimos al momento de orar? parte 13
Alguna vez alguien me dijo “hay oraciones que no pasan del techo” y con esto se refería a que hay oraciones que no lo son realmente y que no tienen ningún tipo de alcance más allá de nuestras mentes y más allá de nosotros mismos y le quiero contar porqué. Primeramente debemos de entender que
Conociendo a Dios a lo grande
Le tengo que ser honesto, aún me sorprendo cuando conozco personas que verdaderamente creen que el dicho ¨»Ayúdate que yo te ayudaré» es algo que verdaderamente Dios dijo, siendo que quien crea esto, tiende a no reconocer la omnipotencia del Creador y deja de lado un montón de principios bíblicos, solo por su propia desesperación
Jugando a atrapar nuestra propia sombra
Creo que uno de los pasatiempos mas entretenidos de un niño puede llegar a ser el alcanzar su propia sombra, que sabe que por mucho que lo intente, nunca la podrá alcanzar o atrapar, pero tampoco podrá alejarse de ella. Con el tiempo nos vamos olvidando de nuestra sombra, sabemos que está ahí pero pocas
Envueltos en el nombre
Entender a Dios es todo un reto, ya que tratamos con toda nuestra mente natural entender a un Dios que es sobrenatural y que Él mismo se declara por encima de todo entendimiento natural, pero aún así insistimos y queremos ponerle un nombre y una explicación a cada cosa acerca de Él. En nuestra lucha
La diferencia entre el ser y el hacer
Es interesante que en nuestro afán de orar “correctamente”, decidimos pasar de no sólo pedir a agradecer y luego empezamos a agradecer a Dios las cosas que hace por nosotros y en menos de lo que nos damos cuenta, nuestra oración se trata de nuevo de nosotros y no de Él, se ha dado cuenta?,
Una vida en 3D
Hace unos días veía un video acerca de como las personas vivimos en un mundo tridimensional e insistimos en ver las cosas y vivir en situaciones bi-dimensionales, es decir, solemos decir que creemos en Dios y que dependemos de El, pero en realidad, el 99% de nuestras vidas las pasamos sobreviviendo solo con las dos
Comentarios recientes