Es interesante pensar que todo el tiempo pedimos a Dios cosas que no sabemos del todo si es que habremos de recibir y cuando no las recibimos, nos sentimos de alguna manera expuestos y acusados por nuestro estilo de vida y pensamos qué hay “algo” que no nos permite que Dios nos bendiga de la manera que lo estamos pidiendo ó deseando, le ha pasado?
La verdad es que esto es algo mucho más común de lo que imaginamos, a lo mejor no lo expresamos en palabras, pero todo el tiempo estamos en una constante lucha con el juicio que emitimos acerca de nosotros mismos y pensamos que esa manera “impura” que tenemos de vivir nos aleja de las bendiciones que tanto necesitamos.
Pero sabe, aunque es cierto que debemos de cambiar nuestra manera de vivir, la realidad es que no conocemos la palabra de Dios, pues en ella están contenidas verdades tan tremendas y tan reales que cuando las conocemos, nos damos cuenta que nos hemos estado perdiendo de lo mejor de las bendiciones de Dios a causa de nuestro pensamiento religioso y a la vez ignorante que pudimos haber desatado el poder de Dios en nosotros hace mucho tiempo.
Cómo funciona esto?, es sencillo, en realidad debemos de partir del hecho inevitable que Yeshúa (Jesús) ya murió por nosotros y antes de hacerlo estuvo consciente de nuestro pecado, aún el que no hemos cometido y el que probablemente estamos planeando en nuestra mente y en nuestro corazón cometer, segundo, debemos de entender que somos salvos por gracia, es decir no hay nada que podamos hacer para agradar a Dios y desatar su poder en nosotros, él lo quiso hacer y es por eso que incluso estamos leyendo estas líneas hoy, pues es él quien quiere recordárnoslo y quiere que vivamos conscientes de ello.
El tercer punto lo quise escribir en un párrafo aparte, no porque sea más importante, sino porque es el tema del que estamos hablando, tiene que ver con el hecho de que pedimos a Dios cosas que él ya dijo que haría y que ya están por así decirlo, en nuestro lado de la cancha, solo que no hemos querido accesar a ello y no hemos querido hablar de ello con él, seguimos insistiendo en algo que simplemente no sucederá de la manera que nosotros pretendemos que suceda.
Qué quiere decir esto?, es así de sencillo, hay que conocer la palabra y ubicarnos en el contexto de la misma, es decir, si leemos la cita de hoy, y lo nota, en ella están contenidas la gran mayoría de las oraciones que elevamos a Dios diariamente, lo ha notado, y si lo piensa detenidamente, solo tendríamos que creerlo y reclamarlo para que sea cierto, sin embargo también debemos de tomar en cuenta el hecho de que este escrito está en el libro de Deuteronomio, es decir, en la recapitulación de Dios acerca de la ley y la identidad del Pueblo de Israel antes de entrar a la tierra prometida, a la tierra donde dejarían de ser Judíos errantes y serían el pueblo que conquistaran la tierra que Dios les dio, de la misma manera, si vamos a tomar esta palabra como cierta y pretendemos aferrarnos a la prosperidad que Dios nos promete, debemos de entender que no es solo para nuestro deleite, sino nuestra identidad como conquistadores de la nueva etapa de nuestras vidas, no solo en la tierra, sino en la eternidad, es decir y en otras palabras, Dios no va a desatar su prosperidad en nosotros si no pretendemos que cambie nuestra manera de pensar y actuar para que su verdad no sea solo pasajera, sino permanente, como todas las cosas que él hace.
De modo, que espero que esta cita le ayude a entender 2 cosas primordiales para su vida de fe, la primera es la inminente necesidad de conocer la palabra de Dios y la segunda es que ya todo está escrito, solo debemos de entender que está ahí para que hagamos nuestra parte y esa tiene que ver con adoptar cada promesa con consciencia y permitiendo que el Dios del univierso haga en nosotros eso que planeó desde la eternidad.