Hace unos días escribía acerca de que normalmente “oramos” ó nos acercamos a Dios sin saber específicamente qué es lo que sucederá, sin tener un plan ó un objetivo específico, pues estamos acostumbrados a “pedir” cosas a Dios y esperar “a ver” si es su voluntad y “a ver” si Dios quiere, sin tomar en cuenta que Dios no es que quiera ó no, sino que Dios ya quiso, ya vino, ya vivió entre nosotros enseñándonos a ser perfectos y ya murió por nosotros, pagó nuestros pecados y derramó su sangre para que viviéramos en una constante renovación de entendimiento y nos dio acceso a una vida genial como la suya.
En otras palabras perdemos nuestro tiempo preguntándonos “si Dios quiere”, pues como le decía, Él ya quiso, ahora es solo nuestro papel el entender que debemos de tomar ese “si quiero” y ponernos no a pedir, sino a tomar consciencia de qué es lo que pasa en la intimidad con Dios y de eso le quiero hablar el día de hoy para lo que voy a tomar un par de citas para apoyarme.
En Génesis 1:27 Dios hace referencia de crear al hombre a su imagen y semejanza, pero quiero ir un poco más allá de un término ambiguo como “semejanza” pues para muchos significa algo así como “igual pero diferente”, existe una versión del a Biblia llamada “The Message” que describe el término semejanza como “con la capacidad de expresar nuestra naturaleza”, es decir con la capacidad de hacer las cosas que Dios hace, pero también con la capacidad de cuidar los intereses que Dios cuida, genial, no??
En el Salmo 82:6 Dios nos recuerda “ustedes son dioses, son todos hijos del Altísimo”, eso quiere decir que Dios no ha retirado su semejanza de nosotros y que espera que no solo actuemos como Él actúa, sino que espera que actuemos en su nombre, para establecer su Reino y para hacer sus obras (que duchas de paso no es nada aburrido y no tiene nada que ver con pasar mucho tiempo en una iglesia y con un montón de gente aburrida).
Por último, Filipenses 1:6 nos dice “Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el día que Cristo Jesús vuelva”, eso nos quiere decir que una vez que decidimos hacer de Yeshúa (Jesús) nuestro Señor y Salvador, Él se encargará de irnos transformando de regreso a nuestro estado natural, de regreso a “su imagen y su semejanza” de manera que su plan es moldear nuestro carácter para que expresemos su naturaleza y que aquellas cosas que parecen imposibles para muchos, sean un poco más que naturales en nosotros, donde las cosas buenas sean cotidianas y que verdaderamente entendamos que la voluntad de Dios es buena agradable y perfecta (Romanos 12:2) y no que Dios “por algo” hace las cosas.
Por tanto, cuando oramos, cuando vamos a la intimidad con Dios, debemos de tener muy pero muy claro que nos encontraremos con el Espíritu de Dios ó bien el Espíritu Santo, quien nos revela a Cristo y la necesidad que tenemos de Él, para que luego Yeshúa (Jesús) por medio de su sacrificio y la limpieza que hace en nosotros nos da acceso al Padre, sé que pudiera parecer complicado pero no lo es, pues el primero (El Espíritu) es la expresión del poder de Dios, es el que hace las transformaciones en nosotros y los estragos en nuestra personalidad y carácter de manera que no solo queramos entender las cosas que Dios nos habla sino que nos hagamos parte de su plan perfecto, tiene sentido lo que le estoy compartiendo?
De modo que el objetivo de nuestra oración tiene que ver con el hecho de ser transformados de regreso a la imagen y semejanza de Dios cada vez que nos encontramos con Él, tiene que ver con el hecho de que nos acerquemos a Él con la intención de escuchar sus planes que son exageradamente más vastos que los nuestros, y las cosas que Dios no es que necesite, sino que va a transformar en nosotros para que podamos ser parte de esos planes y ser los protagonistas a nombre de Dios para poder poner su nombre muy en alto y lograr que por medio de nuestras vidas increíbles podamos dejar saber que no hubo nada que nosotros hayamos podido lograr de manera particular, sino que fue aquel quien nos hizo con la capacidad de ser como Él quien planeó una vida de tremendas aventuras geniales para nosotros y nos hizo parte de un plan que no termina jamás.