Ante la vida como ante las dificultades, nuestra actitud es la que va a determinar el resultado de cualquier cosa que hagamos, eso quiere decir que podemos enfrentar situaciones simples y sencillas, pero si tenemos una mala actitud, podemos generar un pésimo resultado, ó bien, podemos enfrentar el caos más tremendo que hayamos visto y resolverlo de manera sencilla con solo tener una buena actitud.

El detalle es saber de donde sacamos una buena actitud y en mi personal entendimiento, he visto de parte de Dios que esto radica en la diferencia entre la verdad y la realidad y de esto le quiero hablar un poco.

La realidad no es otra cosa que lo que vivimos día a día, es aquello que nosotros hacemos, provocamos y obtenemos como resultado de nuestras decisiones, de hecho la realidad es diferente para cada persona de acuerdo a su propio entendimiento, es decir, 2 personas pueden estar en la misma situación, en el mismo lugar y cada una puede percibir una realidad diferente de acuerdo a su entendimiento, su experiencia e incluso su conocimiento acerca de lo que le sucede.

Por otro lado, la verdad es un asunto absoluto, que no cambia, que no deja de ser y que simplemente está ahí para ser observado y respetado, no puede ser alterado por nada, pues esa es su naturaleza.

La Biblia nos promete que llegará el día que conoceremos la verdad y que ésta nos hará libres (Juan 8:32), es decir, un día entenderemos lo que verdaderamente es y esto nos dejará caminar con libertad, pues esa verdad nos da certeza y nos ayuda a entender el rumbo que hemos de seguir y nos dará la oportunidad de planear nuestros siguientes pasos.

Piense en esto, hay personas que deciden tener una fe de acuerdo a su propio entender, es decir, deciden crear una realidad acerca de quien es Dios y la manera en la que interviene en su vida, sin embargo, Dios dice acerca de Él mismo que Él no cambia (Hebreos 13:8) y siempre es el mismo, por tanto, Dios no es alguien que se pueda adaptar a la realidad de nadie, por el contrario, quien se atreve a conocerlo, es libre a causa de la verdad que hay en Él.

Por tanto es importante que nos atrevamos a conocer quien es Él, y busquemos de Él en su palabra cada vez que atravesemos por cualquier tipo de situación, pues eso determinará lo que hagamos con ella y en ella.

En otras palabras, debemos de cuidar mucho lo que hablemos cada vez que pasemos por algo que no esté en nuestro control, pues debemos de entender que de acuerdo a lo que dice la Biblia, lo que sale de nuestra boca, pasó previamente por nuestro corazón y a veces estamos tan llenos de detalles de nuestras situaciones que llenamos nuestro corazón con todas esas cosas horribles, piénselo de esta manera, hay personas que se hacen expertas en temas de hospitales y enfermedades y pueden dar veredictos increíbles acerca de su realidad, pero no tienen el más mínimo conocimiento de quien es Dios y las verdades que hay en Él para sacarles de esa situación.

Sus corazones están tan llenos de realidades que no hay espacio para la verdad en ellos y sus bocas no hablan de otra cosa que lo que les pasa y no de lo que pudiera hacer Dios si se lo permitieran.

Por tanto, la queja de cualquier persona, no es otra cosa que el reflejo de aquello que ha permitido que anide en su corazón, es decir en su alma (la cual contiene sus pensamientos y sus sentimientos), por tanto de su boca no puede salir nada que no sea triste, desagradable y doloroso, siendo que si permitieran a Dios y a su verdad entrar en el (en su corazón), sus bocas no hablarían, más que palabras de esperanza y aliento, desatando el poder de Dios en ellas y permitiéndoles salir adelante de una manera gloriosa como la Biblia lo promete.

Por tanto, nuestra actitud está determinada por la cantidad de verdad a la que estamos expuestos, quienes tienen poca verdad tienen una mala actitud y a lo mejor muchos sueños y fantasías, pero quien tiene verdad en su corazón, tiene la mejor de las actitudes, pues tiene la certeza de lo que habrá de pasar (Hebreos 11:1) y la confianza que aún sus pensamientos son agradables a Dios (Hebreos 11:6) de modo que quien no conoce la verdad (la Palabra de Dios) difícilmente sobrevivirá con buena actitud y buenos resultados a la adversidad y a la vida misma, los había pensado de esa manera?

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2 Comentarios

  1. tania

    Yo lo veo así como un ejemplo de lo que postean en su face y dicen no lo puse pk me gustó y nada más pero a mi no me pasa eso y para mi es claroooooo que esta pasando por eso como dices de lo que sale de la boca previamente paso por el corazón *me encantó 😊

    • Rene tania

      Pues afortunadamente no es un asunto de opinión, la Biblia promete que de lo que habla nuestra boca, abunda en el corazón, si no dejamos que algo pase por nuestro corazón, no hablaremos de ello y eso dejará de ser reflejo de lo que hay dentro de nosotros.