El tener fe, no es el estar bien para que Dios simplemente nos bendiga, el tener fe es el adquirir una doctrina de constante consciencia acerca de quien es Dios y de qué es lo que espera de nosotros y lo que nos ha prometido, para que primeramente, no dejemos de caminar y movernos (el movimiento es la mejor señal de una fe adecuada) y no dejemos de crecer, pues la misma Biblia nos enseña que no podemos conformarnos con ser solo seres humanos, y por ende falibles, sino que tenemos que aspirar a la estatura de aquel que llamaron varón perfecto, es decir Yeshúa (Jesús) (Efesios 4:13).
Por tanto, si nos mantenemos en constante movimiento, quiere decir que siempre estamos haciendo algo nuevo pues la Biblia nos enseña siempre cosas nuevas y también quiere decir que vivimos cada día mejor, pues cada día recibimos más beneficios de lo que la misma Escritura nos promete, quiere decir que cada día hacemos las cosas menos a nuestro modo y siempre más al modo de Dios y es justamente por eso que la Biblia nos promete en la cita de hoy que la Escritura nos corrige cuando estamos equivocados, pero no lo hace para reprendernos ni para castigarnos por ello, por el contrario, lo hace para que no nos equivoquemos y no nos dejemos de mover, eso es lo importante, que el movimiento, sea lo más constante en nosotros y que ello nos de crecimiento.
La vida nos enseña que todos nacemos, crecemos, nos reproducimos, y morimos, la escritura nos dice que todos debemos de nacer, crecer, nacer de nuevo, vivir una vida gloriosa y llevarla a la eternidad, el morir en realidad es una cosa constante, pero pequeña, ya que todos los días morimos a nuestro entendimiento, a nuestra manera de hacer las cosas, lo cual nos da vida renovada y resultados increíbles en todo lo que hacemos.
En el Reino de Dios, no hay tales cosas como errores, hay nuevas y mejores maneras de hacer las cosas, y por favor no entienda que estoy diciendo que el pecado no existe y no nos afecta, claro que lo hace, pero afortunadamente tenemos la sangre de Yeshúa (Jesús) a quien podemos acudir, quien limpia nuestro pecado y no para que empecemos de nuevo, sino que retomemos desde donde nos quedamos, creo que ese es un punto crucial para la fe de cualquier persona.
Es por eso que entendemos que la Escritura nos corrige en nuestro caminar, para que no tengamos que estar empezando de nuevo constantemente, sino que podamos avanzar y realmente aspirar a llegar a la estatura de Yeshúa (Jesús).
Piénselo de esta manera, el pueblo de Israel entró como invitado especial a la tierra de Egipto, invitado por el Faraón y lleno de privilegios y beneficios, después de un tiempo el pueblo de Israel se distrajo y empezó a temer más del Faraón que de Dios y se hizo su esclavo, pero Dios en su infinita misericordia escuchó el clamor de su pueblo y fue por el, pero no fue con la intención de regañarlo y decirle que estaba mal, reconoció que su pueblo le clamaba y anhelaba hacer las cosas de la manera adecuada, de modo que le sacó de ahí por medio de señales poderosas y el día que salieron puso gracia en los Israelitas delante de los Egipcios de manera que les dieron oro, plata, telas y vestidos finos para que salieran en la misma condición que entraron, no tuvieron que empezar de nuevo, Dios por medio de su palabra corrigió sus entendimientos y los puso en la identidad correcta, para que pudieran salir como el Pueblo del Dios Todopoderoso y no como los esclavos que fueron liberados, incluso iba físicamente delante de ellos como columna de nube durante el día y como columna de fuego durante la noche, para que el mundo entero viera que el Dios que gobernaba sobre ellos no es un Dios que castiga, sino uno que corrige por medio de su palabra y su entendimiento para que no se dejen de mover y no dejen de crecer, cómo ve?