A veces es interesante el detenernos a pensar cómo es que funcionan las cosas en el Reino de los Cielos y cómo es que nosotros percibimos las cosas que esperamos de Dios, pues puede suceder que sean cosas completamente opuestas.
Normalmente nuestras oraciones contienen temas como paz (que en realidad nos referimos a tranquilidad) y a cosas que nos den estabilidad, por lo general queremos que las cosas no cambien y no se muevan si están bien ó bien que regresen a como eran antes de que nos metiéramos en problemas ó nos robaran nuestra tranquilidad, pero curiosamente esas cosas son completamente opuestas a la voluntad de Dios.
Si, así como lo lee, y es precisamente por eso que Dios llenó su Biblia de ejemplos de palabras y de personajes en los que nos demuestra cómo es que tratará con nosotros y las cosas que debemos de creer, perseverar y por las cuales nos habremos de esforzar para llevar una vida de acuerdo a sus designios y su voluntad.
Una de las cosas más emocionantes que nos promete la Biblia es que nunca regresaremos a donde estábamos, ya que Dios siempre hará cosas nuevas, mejores, frescas y emocionantes (2 Corintios 5:17), de modo que regresar al pasado no es una opción para nosotros al momento de orar y nunca el pasado es una referencia para pedirle algo a Dios, Él anhela sorprendernos y emocionarnos con las cosas que haga en nosotros, sólo debemos de estar dispuestos y abiertos a las cosas nuevas que haga en nuestra vida, lo ha pensado?
Ahora bien, existe un erróneo pensamiento acerca de dejarle las cosas a Dios, es cierto que Él espera que tengamos confianza en Él, pero para ello nos dejó su palabra, es decir, no podemos creer cualquier cosa y no podemos simplemente dejarle todo a Él porque es Dios y porque no tenemos idea de cómo seguir adelante, más bien se trata de saber qué es lo que Él ha dicho acerca de nuestra situación y cumplir con la condición de cada promesa de la Biblia.
Si, cada promesa tiene una condición y no es que tengamos que hacer cosas “buenas” para merecer cosas buenas de parte de Dios, sino que debemos de ser obedientes y dejar que nuestro corazón sea moldeado por Él para que podamos administrar adecuadamente la gloria que derrame en nosotros cuando cumpla lo que prometió, pero siempre se requiere de nuestra acción, ya que sin ella, solo soñamos y no creemos, Santiago 2:26 nos recuerda que la fe sin obras es muerta, porque el que cree, hace, porque su fe lo mantiene actuando y no solo sentado esperando algo que no sabe si sucederá.
Es por eso que la cita de hoy me motiva y es un gran eje de mi fe, note como nos advierte una cosa, que la fe nos mantiene en movimiento, nadie que tenga fe, estará estático esperando que Dios haga algo, por el contrario, se mantendrá en acción y siempre buscando una nueva tierra, un nuevo sentimiento y una nueva situación para conquistar, pues esa es la identidad que Dios puso en nosotros.
De modo que si usted espera algo de parte de Dios, más vale que tenga muy en mente lo que la cita de hoy le dice, pues si está usted estático, no cumple con los requisitos del Reino que le demandan regresar siempre a la imagen y semejanza de Dios y si Dios nunca deja de ser y nunca deja de moverse y avanzar, por qué habría de hacerlo usted?