Ayer alguien posteó en su muro una frase que me llamó mucho la atención pues hace mucho sentido, la frase decía “por qué ahogarse en un vaso de agua, cuando puede sumergirte en la presencia de Dios?” y esto me llevó meditar largamente a como podemos llegar a este punto.
Si entendemos las cosas tal como son, podemos empezar por el concepto del agua, en la Biblia, el agua representa la palabra de Dios, por tanto, la verdad y es cierto que muchos suelen ahogarse con un poco de verdad pues viven vidas desentendidas y siempre sujetas a su medio ambiente en donde la culpa de todas las cosas que les suceden la tienen los medios externos, entre ellos Dios, quien todo el tiempo “por algo” hace las cosas y no se toma la molestia de compartirles sus motivos.
Hay muchas personas que han decido llevar una vida “a su modo” y tener una relación con Dios de la misma manera, pensando que tienen derecho de hacerlo de esa manera y que Dios siempre va a estar ahí para ellas, y empiezan a vivir las consecuencias de sus decisiones y por ello empiezan a culpar a Dios quien no ha intervenido en su vida ni sus decisiones de las cosas que les pasan y le atribuyen la autoría de sus desventuras y desencantos, con la ilusión de pensar que Dios tiene el control de algo que nunca le ha sido entregado.
Es por ello que muchos rehusan acercarse a Dios y leer de su palabra, pues serán confrontados con la verdad y esta desnudará su vana manera de vivir y la verdadera autoría de los eventos de su vida, donde en muchas ocasiones los buenos momentos son sujetos a la suerte, pero los malos son consecuencia del incumplimiento de la ley universal de Dios la cual afecta a quienes la conocen y a quienes la ignoran.
Y es justo por ello que muchos se ahogan en un vaso de agua, que no es mas que una pequeña dosis de verdad aplicada a una circunstancia en lo particular, que lejos de hacernos libres como la Biblia promete, nos condena y nos ata al recuerdo de nuestras malas decisiones que nos llevaron a malas acciones.
No podemos vivir de pequeñas muestras de agua, las pequeñas dosis de verdad nos pueden llevar a condenación, ya que limitan el entendimiento, y son parte de una gran verdad que es absoluta solo en contexto, nada que sea cierto que nos haga sentir expuestos viene de Dios, aunque la verdad venga de Dios el solo usar fragmentos de ella, aplicarlo a situaciones específicas y manipular su significado, nos puede matar, pues es justo eso lo que hace Satanás desde el principio de los tiempos, y nos lleva con ello a imitarle a él, y no a Jesús.
Hay personas que viven con el conocimiento limitado de ciertas frases bíblicas que escucharon y ni siquiera han leído y piensan que su uso les acerca a Dios, esto es sumamente peligroso, todos deberíamos saber siempre saber en que parte de la Biblia está escrito este argumento que usamos y entender su contexto y la situación en la que se escribió, tener información acerca del autor, para poder hacer uso adecuado de ella.
Dios espera que tengamos una relación profunda con Él, y esto no se refiere a una relación religiosa y privada de privilegios y deleites, por el contrario, Dios espera tener una relación profunda en el conocimiento mutuo, donde nosotros aprendamos a conocer a Dios y a entender en nuestro corazón y no solo en nuestra mente el hecho de que Él nos conoce al grado que sabe el número exacto de cabellos que hay sobre nuestras cabezas.
Hay personas que viven con la intención de tener razón, ya que siempre habrá una excusa para actuar de la manera que lo hacen y una circunstancia que la avale, pero eso solo es necedad, pues para cada situación y para cada circunstancia tiene Dios una respuesta y una consecuencia en justicia (cumplimiento de la palabra de Dios), la cual tiene la característica de ser gloriosa, eterna y agradable, tal como Dios es.
Por tanto, es importante que evaluemos nuestra manera de vivir y veamos con claridad si realmente es Dios quien interviene, si no lo hacemos, probablemente nos daremos cuenta que estamos ahogándonos en un vaso de agua, en otras palabras, un poco de verdad nos esta matando, y que cambiemos esa pequeña cantidad de agua por la profundidad de la Biblia y vivamos rodeados de los beneficios infinitos del Dios que lo tiene todo planeado para nosotros si nos atrevemos a hacer las cosas a su modo y no al nuestro.