Todas las relaciones importantes empiezan por una amistad, ya que no podemos ser nada de nadie si no somos amigos de se alguien primero, que interesante, no?
Esto es muy sencillo, la amistad se genera por una decisión, un día decidimos ser amigos de alguien y mantenernos en su vida y que esa persona permanezca en la nuestra, en otras palabras la amistad es una de las expresiones mas claras del amor, ya que el amor es esa decisión que tomamos a favor de quienes son nuestros amigos.
Dios no pretende ser otra cosa mas allá de nuestro amigo, pero así como hacemos con nuestros amigos en la tierra, necesitamos conocerle, hablar con Él y escucharle, para poder tomar decisiones adecuadas a favor de esa amistad que decidimos tener con Él.
El problema es que muchas personas nunca han tomado esa decisión y asumen que Dios es su amigo porque alguien les dijo que quiere cosas buenas para nosotros, pero no es así, Dios describió el amor y la amistad a lo largo y ancho de toda la Biblia, para que nos aseguráramos de tener una amistad adecuada no solo con Él, sino con las personas que nos rodean también.
Piense en esto, Jesús nos enseñó que no hay quien tenga un amor mas grande que el dar la vida por un amigo (Juan 15:13), y esto es importante, porque hay personas por las que nos sería lógico o natural dar la vida, como por nuestros familiares y la gente de nuestro entorno, pero un amigo al cual nos liga solo la decisión de amarle, esas son palabras mayores, esas son cosas que no se hacen en un arrebato, son cosas que se piensan y se tienen que hacer medianamente.
Es precisamente por eso que caemos recurrentemente en el pecado, es por eso que le somos infieles a Dios todo el tiempo, porque no hemos aprendido a ser sus amigos y no hemos pensado detenidamente de qué se trata nuestra amistad con Él y lo que implica el ser amigo de Dios.
El ser amigo es tomar consciencia de las cosas que son importantes para nuestra contra parte y decidir constantemente a su favor, no es simplemente negarnos a cambio de algo, sino actuar y caminar por la vida teniendo siempre presente el compromiso que hemos contraído con ese amigo al cual llamamos Dios.
Dios por su parte ha prometido muchas cosas buenas e interesantes para sus amigos, entre ellas el hablarnos constantemente y el revelarnos sus planes, hacernos efecto de su palabra (bendecirnos) y el compartirnos de aquellas cosas que hay en su Reino y enseñarnos a gobernar junto con Él, y lo hace, tal como nos enseña en la cita de hoy, todo el tiempo y no solamente cuando nos acordemos de Él como nosotros lo hacemos.
Estamos en esa parte del año donde empezamos a planear aquello que haremos el año entrante y ponemos muchas buenas intenciones en nuestra lista y las llamamos propósitos que por alguna razón terminan no cumpliendose, pero que le parecería el hacer lo mejor que puede hacer por usted mismo, el hacerse usted amigo de Dios y hacerlo tal como nos lo enseña la cita de hoy, todo el tiempo y con la verdadera intención de ser tan cercano como se puede ser, mas que un hermano de sangre,.