El orar es un tema que nos ocupa todo el tiempo, es algo que siempre nos cuestionamos si hacemos bien y que no nos gusta discutir con otros por miedo a descubrir que lo hacemos mal o que nuestra oración no tuviera efecto.
Se dice que para orar hay que tener fe, y ahí es donde se pone buena la cosa, pues hay quienes entienden que el tener fe es creer, y cada quien cree en lo que quiere, en lo que le enseñaron o en lo que le dijeron, pero nadie tiene la certeza de que cree en lo correcto.
El tener fe no significa que podamos pedir a Dios cualquier cosa y por el simple hecho de creerlo lo hará, de hecho, y siendo honestos, todo el tiempo no creemos y nos cuesta trabajo hacerlo, por eso es que oramos tantas veces y tan repetitivamente, se ha puesto a pensar en ello?
A veces tenemos la idea de que cerrando los ojos y apretando el estómago lograremos creer y con ello agradar a Dios o cuando menos el torcerle la mano para que nos conceda aquello que anhelamos y que hemos decidido “creer”, pero sabe, desafortunadamente no es así, creer tiene que ver con tener la certeza de algo, la pregunta siempre es “que es ese algo?”.
Para no darle muchas vueltas al asunto, lo único que podemos creer y en lo que podemos tener fe es en la palabra de Dios, aunque muchos crean que es un libro limitado y manipulado por los hombres, la Biblia no es otra cosa que la palabra que salió de la boca de Dios puesta en papel y está ahí para que creamos en ella, es dinámica, no importa la situación por la que pasemos, siempre habrá una parte de ella que nos traerá crecimiento, consuelo o ánimo para hacer lo correcto y vivir adecuadamente.
Por tanto para tener fe, hay que conocer la palabra, ya que si no la conocemos, pasaremos nuestro tiempo de “oración” recitando buenas intenciones y engañándonos a nosotros mismos. Sé que esto puede contrariarle un poco, pues no es lo que le enseñaron, pero piense en todas las oraciones no contestadas que ha hecho con “mucha fe”, es tiempo de que decida si quiere seguir orando a ver que le contesta Dios o si quiere empezar a hacer oraciones efectivas.
Hebreos 11:1 nos enseña que la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve, y eso que esperamos y eso que no vemos, no es aquello que necesitamos o que anhelamos, sino es todo aquello que está escrito y esperamos que se cumpla en nosotros, de esa manera nuestra fe tiene un fundamento y una dirección, así hace mas sentido, no lo cree?
Adicional a eso, la palabra de Dios nos confirma por medio de la cita de hoy, que sin fe, es imposible agradar a Dios, ya que si no creemos en la palabra, andaremos distraídos en nuestras necesidades y nuestros anhelos y no en la voluntad de Dios, además nos dice que hay un galardón para aquel que creen en lo que Dios nos dice y no en lo que nosotros pensamos u opinamos.
Por tanto, lo mejor que podemos hacer para empezar a tener fe, es el tomar nuestra Biblia y el comenzar a creer y cuestionar en nuestro tiempo de oración cada cosa que leemos, hasta que estemos convencidos, no solo de que Dios nos escucha, sino de que Él se agrada de nosotros y es nuestro galardonador.