Existen dos maneras de hacer cualquier cosa, bien ó mal, no existe tal cosa como medio bien ó medio mal, por más que intentemos darle la vuelta al asunto, la realidad así es y en cuanto empecemos a vivir con la consciencia de que las cosas son así, viviremos mejor.
Esto se lo digo, porque muchas personas caminan por la vida entendiendo que tienen una relación con Dios que está medio bien, o que está medio mal y eso tampoco existe, y no es mi intención echar por tierra la relación que las personas dicen tener con Dios, sino darles herramientas para que lo hagan simplemente bien y reciban los beneficios de hacerlo, para que hagan las cosas ahora si “como Dios manda”.
La cita “todo lo que ates en la tierra será atado en el cielo” y su contra parte, es uno de los términos mas reales de toda la Biblia, todo lo que hacemos hoy en día aquí en la tierra, tiene una repercusión en el Reino de los Cielos, porque ciertamente somos embajadores de aquel lugar de donde venimos, pero muchas veces no tomamos consciencia de ello.
La Biblia nos enseña que cada vez que Dios habla algo, algo es creado, algo sucede, no es solo una palabra, sino una acción que respalda y que viene como efecto de esa palabra, por tanto, nosotros al entendernos a imagen y semejanza de Dios y como representantes suyos, sucede igual.
Por tanto tenemos que entender que si detrás de cada palabra que sale de la boca de Dios hay un propósito, al hablar nosotros también lo debe de haber, ojo, dije lo “debe” de haber y no “lo hay”.
Como entendemos esto?, sencillo, Dios nos enseña que fue Él quien nos creó desde antes de la fundación de la tierra y nos creó con un propósito y grabó ese propósito en nuestro corazón y en nuestro nombre, por tanto, gran parte de nuestra vida esta regido por ese nombre que llevamos, que no lo escogieron nuestros padres, sino lo eligió Dios y tiene un significado que regirá nuestra vida entera.
Si lo nota, es por eso que en la Biblia, se hace tanto hincapié en los nombres, para que podamos vivir de acuerdo a ellos.
Cuando usted entienda que su nombre no fue una casualidad, y que no fueron sus papás quienes le dieron un nombre que a lo mejor a usted no le gusta, empezará a entender que muchas de las cosas que le han sucedido, no son casualidad, sino que al haber Dios mencionado su nombre, creó en usted una serie de habilidades, aptitudes y de dones que funcionan en el sentido del Reino de los Cielos, y que conforme pretenda usted vivir conforme a ello, se entenderá como parte de un plan perfectamente diseñado.
Es aquí donde la palabra de Dios se hace verdadera, pues si entendemos que tenemos un propósito en nuestro nombre y nos entendemos bajo la cobertura de Jesús, entenderemos que su nombre (que es lo mismo que su propósito) es sobre todo nombre, sabremos que el propósito de Jesús es el que hace que todos nuestros propósitos vayan en un sentido y sean eternos.
La cita de hoy nos recuerda que Jesús nos invitó a que oremos al Padre en nombre del Hijo, para que todo nos sea dado, y esto n o significa otra cosa que el nombre de Jesús nos va a ayudar no a que Dios cumpla nuestros caprichos, sino a que toda oración vaya alineada al propósito eterno y dejemos de hacer oraciones vacías que a lo mejor sean respondidas o a lo mejor, no, sino que son garantía y que nos enseñarán a hacer igual que Dios, a abrir nuestras bocas y a tener la seguridad que cada vez que digamos algo, algo sea creado en el nombre de Jesús.
De esta manera haremos las cosas siempre bien y nunca mal, pues dejamos de vivir por nosotros y empezamos a vivir por nuestro propósito, como ve?
ccada dia es algo nuebo que yo aprendo megusta mucho este devocional me es de mucha bendicion que Dio les bendiga poderosamente a todo el ministerio amen