El mal entendimiento de un concepto es algo que puede sonar sencillo, pero en realidad puede hacernos pasar por un mal momento o un engaño que dure toda nuestra vida.
El concepto de la humildad es uno de esos conceptos mal entendidos por muchas personas, ya que normalmente, lejos de pensar en uno mismo como humilde o el pretender serlo, la humildad es mas bien impuesta como un yugo a ciertas personas en juicio de una actitud o de su manera de desenvolverse.
Interesante es el pensar que normalmente no es importante si la persona es humilde o no, sino que es importante el que se comporte como nosotros esperamos que lo haga y eso a su vez es una actitud soberbia y poco humilde.
El ser humilde no tiene nada que ver con el ser pobre ni mucho menos con el pasar por inadvertido, no, una persona puede vivir en la abundancia y ser el centro de atención de muchos y ser humilde a la vez, ya que la humildad tiene que ver con el hecho de reconocer que nada de lo que somos y nada de lo que tenemos depende de nosotros, sino que depende de Dios, una vez que aprendemos a vivir así, nada de lo que anhelemos nos tiene que ser negado pues es precisamente como Dios piensa y como Dios espera que vivamos.
Otro de los conceptos que nos cuesta mucho trabajo entender es el concepto del sacrificio, todos relacionamos el sacrificio con dolor, con insatisfacción y con incomodidad, pero un sacrificio, antes que algo desagradable es un acto de amor, y no veo en que parte el amor tenga que ser desagradable, o si?
Piénselo de esta manera, Dios planeó la cruz aun antes de crear al hombre, es decir siempre estuvo dispuesto a dar su propia vida por nosotros y lo pudo haber evitado si le fuera desagradable, pero como siempre lo entendió como una muestra de amor, lo hizo con gusto y mejor aún, nos dio la oportunidad de imitarle y hacer como Él hizo.
Si combinamos estos 2 conceptos, la humildad y el sacrifico y los vemos como Dios los ve, encontraremos una sola cosa, el perdón que lejos de ser algo que nos cueste trabajo o que nos signifique algo desagradable y que “tenemos” que hacer, nos vendrá como algo natural, pues antes que otra cosa entenderemos que nosotros mismos necesitamos del perdón de Dios de manera diaria y además de esto entendemos que al recibir perdón es puesta en nosotros la capacidad de perdonar también a otros.
Obviamente esto suena muy lindo y en teoría todo es fácil, pero que tal a la hora de ponerlo en práctica?, como se hace?, la verdad y siendo honestos, es igual de fácil si lo entendemos de la misma manera como lo hace Dios, pensando en el sacrificio como un acto de amor y se lo voy a explicar.
En la mayoría de las ocasiones que alguien nos ofende, ya sabemos que lo va a hacer, pues conocemos a la persona, por ende, antes de que lo haga estamos jugando con la escena en nuestras mentes, lo repasamos una y otra vez e incluso planeamos diferentes escenarios y diferentes maneras de reaccionar, siendo todas negativas y de enojo, pero que pasaría si en vez de hacerlo de esta manera, lo hiciéramos de la manera contraria, sabiendo que corremos el riesgo de ser ofendido y sabiendo que habremos de pasar un mal rato, por qué no pensar en perdonar desde antes de que suceda y tratar de entender los motivos de nuestro interlocutor de modo que cuando suceda el famoso hecho, reaccionemos de una manera ecuánime y amorosa.
Aun si no nos esperáramos la ofensa de ese alguien, la reacción podría ser la misma si en vez de acudir a nuestro enojo, hacemos un sacrificio y observamos las motivaciones de quien nos ofende y tratamos lejos de solo aguantar, ayudarle a resolver la raíz de su actitud y evitamos que siga haciendo de tal manera.
Jesús dijo a sus discípulos, si alguno me ama, tome su cruz y sígame, y repito aquel que piense en la cruz como algo doloroso o algo desagradable, esta por completo equivocado, Dios pensó en la cruz como una muestra de amor y así debemos de hacerlo nosotros al perdonar, perdonar es un privilegio y una muestra de que Dios habita en nosotros y podemos compartirlo con otros, tomar nuestra cruz es una oportunidad de ser humildes y sacrificarnos (demostrar amor), tal como Jesús lo fue y lo hizo, no lo cree?
Mil Gracias, MIL por este alimento tan enriquecedor para mi es un regalo tan grande que me toco las fibras de mic corazon.Que DIOS lo guarde y lo prospere grandemente.