A veces nos sería muy útil y detenernos para saber porqué es lo que estamos luchando día a día y porqués es lo que nos esforzamos tanto y tendríamos una mejor perspectiva de nuestra vida, ya que probablemente descubriríamos lo que hay en nuestro corazón y podríamos compararlo con la voluntad de Dios y decidir si seguimos haciendo lo mismo ó empezamos a hacer aquello que nos enviaron a hacer.
Por siglos el hombre ha luchado por perpetuar su nombre, los Egipcios construían enormes pirámides en donde reposaban sus Faraones quienes esperaban resucitar algún día y entre tanto dedicaban sus vidas a hacer pirámides cada vez más grandes y más vistosas para que todos al pasar reconocieran que ahí yacían sus restos, sin saber que ahora la mayoría no sabe su nombre y no entiende sus motivos el día de hoy.
Así ha sucedido con cientos y con miles de hombres, no todos construyen pirámides, pero si pasan más tiempo planeando los días después de sus muertes que disfrutando sus días de vida y cumpliendo su propósito.
La cita de hoy habla de los hijos de Juda, quienes por costumbre tomaban a la viuda de su hermano si esta no había concebido, esa era la costumbre y esa era la ley, no había negociación y así era y punto.
A veces me pregunto cuál era el problema con Onán?, si Dios había puesto la ley y aprobado la costumbre, no había de ser mas que algo bueno, no lo cree?, pero Onán se entendió mas inteligente, prefirió evitar concebir con la mujer de su hermano y perpetuar su propio nombre a pesar de que no tenía esposa, y esto le costó la muerte.
Lo interesante del asunto es que de todas las tribus de Israel, la única que habría de subsistir sería la de Juda, por tanto, era necesario que sus hijos le dieran herederos sobre los cuales mantener la tribu y edificar al pueblo, pero era mas el celo de Onán que sus ganas de dialogar con Dios, lo cual le costó la vida y su nombre fue perpetuado como el nombre de un necio y un rebelde, en vez de un Hijo de la Tribu de Juda que fue fiel cuando menos.
En la tierra se nos ha enseñado que debemos de ser los mejores en lo que hagamos y eso es 100% cierto, lo debemos de hacer, pero lo tenemos que hacer conforme al llamamiento (propósito) que Dios tiene para nosotros y siempre con la consciencia de quien se ha de llevar el crédito ha de ser Dios, ya que nosotros solamente reflejamos lo que Él es en nosotros y no nuestras propias fuerzas y nuestros propios talentos.
Un hombre que entendió esto de maravilla fue Albert Einstein, a quien Dios dio una visión muy amplia de lo que no vemos a simple vista y siempre que pudo aclaró que un hombre sin Dios no es nada, y la necesidad que tenemos de Él para poder ser alguien en la vida.
Hay hombres que tratan de perpetuarse escribiendo libros, otros tantos que construyen edificios, otros tantos son escultores, mártires o qué se yo, pero sabe, mientras no sea Dios quien les dio la instrucción de hacerlo, tanto su obra como su nombre tienen un alcance efímero, pero cuando Dios les indica algo y lo hacen tal como se los pide, sus nombres que parecieran pequeños son engrandecidos y hechos perpetuos y quiero entender que incluidos en la lista de los héroes de la fe, la cual agrupa a aquellos que antepusieron el nombre de Dios a su propio nombre y que antepusieron la importancia de su propósito a la gloria personal.
Por tanto, si usted está batallando con eso, si usted está luchando por sacar adelante un proyecto personal que cada vez se pone mas difícil, deténgase, tome un tiempo, invite a Dios a su proyecto y permita que Él le dé su toque, donde Él opine y le enseñe como su proyecto se puede sumar al proyecto del Reino de los Cielos y ser grande y exitoso si lo hace de la mano del único que lo ve, lo sabe y lo puede todo, de manera que no perezca usted como Onán haciendo las cosas a su modo y empiece a hacer las cosas al modo de Dios, ya que probablemente usted ve las cosas sólo en términos de su proyecto, pero así como Dios veía el proyecto de familia de Juda en términos de perpetuar a un pueblo, a lo mejor su proyecto es el vínculo con la siguiente generación de creativos, no lo cree?