Entre mas vueltas le doy al asunto de nuestra relación con Dios, mas me doy cuenta que no hay que ir muy lejos, todo lo que necesitamos está en el primero de los libros, pues es ahí donde se manifiesta toda la intención de Dios para con nosotros y se lo voy a contar.
Hace unos meses una gran amiga me compartió un concepto, que hace mucho sentido de acuerdo a lo escrito en la Biblia, pero poco sentido de acuerdo a nuestra mente religiosa, y este concepto es el que Dios nos creó como dioses, ya que nos envió a la tierra a fungir con su papel, para que cuando hayamos hecho como nos mandó podamos rendir a la tierra a sus pies, y lo especifica muy claro en la cita de hoy, no es que debamos de tener control, note como usa la palabra “señoree”, haciendo referencia a que nos hagamos señores sobre la creación y todo lo que hay en la tierra.
Cosa interesante es que hemos aprendido a domesticar a ciertos animales, hemos aprendido a surcar los mares, incluso hemos tomado de la tierra y nos enriquecemos con lo que hay en ella, pero no hemos terminado de hacernos señores de la tierra, es decir, a pesar de que la explotamos, no la dominamos y lo mas importante, no tenemos una relación con ella como para que esta nos pertenezca, ya que lo que es de uno, uno lo cuida y lo ama, no lo cree?
Y obviamente viene la famosa pregunta del “por qué?”, ya que no nos dimos cuenta como ha sucedido todo lo que vemos hoy en la televisión o los cientos de videos que circulan en los medios sociales queriéndonos hacer sentir culpables por lo que le hemos hecho a la tierra, pero todo tiene un pequeño, mas importantísimo factor que lo explica todo, y ese factor es nuestra independencia de Dios.
Es cierto que a muchos les cuesta trabajo el entender y adoptar el concepto de que fuimos creados como dioses, pero solo hay que leer la Biblia para entenderlo, pero por otro lado las personas se comportan como si lo fueran, ya que disponen de la tierra como si fuera suya y hacen atrocidades con ella, a veces cuesta trabajo entender que se digan “hijos de Dios”, siendo que se portan como si fueran adversarios de Dios y lejos de contribuir a su obra, la destruyen como parte de su manera de vivir.
Y por favor no crea que con esto quiero recriminar a nadie, en realidad solo quiero hacer consciencia en muchos acerca del papel que Dios nos dio y la enorme facultad y responsabilidad que tenemos y no de conservar al planeta solamente, sino de no morir sin haber cumplido nuestro papel.
Cuando Dios dijo a imagen y semejanza, quiso decir que puso en nosotros su poder, en otras palabras, tenemos la facultad de hacer prácticamente todo lo que Él hace, de hecho Jesús nos lo recuerda antes de partir a ocupar su lugar junto al Padre, los milagros, las proezas, todo lo sobrenatural por difícil y absurdo que parezca, está en nuestras manos, solo es cuestión de que recuperemos nuestra identidad a su imagen y semejanza.
Ahora bien, no somos iguales a Dios, solo le somos semejantes, eso quiere decir que hay una condición en todo esto, esa condición es su Espíritu, por mientras dependamos de Él, no tendremos límites mas allá de lo que la escritura indica, pero todo nos será hecho, para que podamos cumplir con nuestro propósito y podamos vivir por encima de los gobiernos, por encima de los consorcios y las empresas trasnacionales, y podamos entender que hay un Reino invisible que va por encima de lo visible y que tiene mayor impacto y que nos convierte en todo eso de lo que habla la cita de hoy.
Las personas normalmente oran o mas bien piden pensando en su comodidad, pero nunca pensando en su propósito, si nuestra oración se enfocara solamente en la cita de hoy, le aseguro que nuestra vida cambiaría radicalmente, nuestra vida tendría un gran impacto, tanto en nosotros mismos, como en las personas que nos rodean y de pronto, no solo viviríamos en la abundancia que la cita de hoy nos promete, sino que lo material y lo económico perderían importancia, aunque nunca se irían, ya que así es como son y como suceden las cosas en ese Reino invisible del cual somos parte y nos lleva a dominar esta tierra.
El día que decidamos creer lo que la cita de hoy nos dice, empezaremos a vivir como verdaderos hijos de Dios, ya que empezaremos a operar de acuerdo a las reglas de la casa de Dios y dejaremos de operar de acuerdo a las reglas de nuestra comodidad y nuestra carne, que es lo único que Dios no considera.