Hace semanas que medito acerca de porqué a las personas se les complica tanto tener una buena relación con Dios, que es lo que hace tan difícil el hecho de que escuchen la voz de Dios, como concentrarse en su propósito o bien como descubrirlo, y siempre llego a la misma conclusión, la falta de coherencia.
Y le voy a explicar a qué es a lo que me refiero, ya que a muchas personas nunca les ha importado siquiera el involucrarse en esta área, pero piénselo así, hemos escuchado toda nuestra vida esa famosa cita de “es mas bienaventurado el dar que el recibir” y cuando hemos enfocado nuestra vida en dar?, que es lo que damos?, cuando mucho de vez en cuando nos enfocamos en participar en alguna obra de misericordia, pero eso no es dar, eso es lavar nuestra conciencia y no tiene que ver con la cantidad de lo que demos, sino con la mentalidad con que lo hagamos, incluso no tiene siempre que ver con lo económico, sino con un estilo de vida, hay mucho mas de lo que podemos dar aparte de nuestro dinero.
Otras personas piensan en el servir, y lejos de que el servir sea algo que tiene que ver con Dios, se convierte en algo que tiene que ver con la iglesia (si, son 2 cosas completamente distintas), y en muchas ocasiones el servicio dentro de la iglesia nos sirve para ganar status o escalar un organigrama, pero no para acercarnos a Dios, lo ha pensado?, el servicio no es estar a cargo de recoger las limosnas en misa o pertenecer a un ministerio en la iglesia, servir es algo mucho mas profundo y trata mas de un aspecto del corazón que de una función específica.
Cuando nos damos cuenta que tenemos las motivaciones equivocadas, es cuando nos damos cuenta de nuestra falta de coherencia, ya que en realidad hemos tomado términos bíblicos para satisfacer nuestras necesidades o limpiar nuestras conciencias, pero no tomamos en cuenta la intención de Dios al mencionarlo en la Biblia o al sugerírnoslo como estilo de vida.
Es por eso que no podemos decir a la ligera que somos imitadores de Jesús, ya que por hechos a lo mejor podemos incluso superarlo, nosotros tenemos una vida entera vs. 3 años y medio que Él sirvió entre nosotros, pero aún así sin el corazón adecuado, no estamos haciendo mas que perder nuestro tiempo viéndonos en el espejo de los demás.
Piense en esto, si su oración aún tiene que ver más con usted que con los que le rodea, o si cuando ora por otros tiene que repetir constantemente aquello que está pidiendo pues no conoce el corazón de aquella persona por la que pide y por ello le cuesta trabajo concentrarse, tiene aún mucho que aprender.
Y no quiero ponerme difícil al plantear este principio, sino que me interesa mucho el dejarle claro cuan separados estamos aún de llegar a ese punto de empezar a cumplir con el propósito con el que fuimos creados es algo que parece fácil, pero sólo requiere de un poco de conciencia.
La cita de hoy nos habla de quien era Jesús (el mismo que luego nos invitaría a que lo imitáramos), y sabe, Jesús no vivió una vida de sacrificio, su sacrificio fue al final, su vida de hecho fue bastante buena, tuvo grandes maestros y amigos, vivió cómodamente, tuvo lo suficiente en lo económico para compartirlo con otros, nunca tuvo la necesidad de pedir limosnas ni recibir ofrendas, enseñó a sus discípulos a vivir para Dios y depender de Él, sin tener que ser merecedores de lástima y siempre supo que todo lo que tenía lo debía a Dios y era para su obra (eso es humildad y no el falso concepto de que humildad tiene que ver con pobreza y escasez), no dudó en darlo todo si fuera necesario, o darse todo si le era pedido, tal como lo hizo.
Por tanto tendríamos que empezar por tener una completa conciencia de donde estamos y de quien nos rodea para poder empezar a servir a Dios, para que podamos entender que cada persona a nuestro alrededor es alguien a quien pudiéramos servir en diferentes aspectos, desde una sonrisa, un consejo, hasta incluso una ayuda económica, llevar una vida de servicio, es llevar una vida de conciencia constante de nuestro entorno y tener siempre nuestros talentos y nuestros recursos a la mano para poder ponerlos a disposición de los demás, no es sólo cumplir una función que alguien más nos asignó, y no es algo que los demás noten, es algo que está dentro de nosotros y no podemos evitar.
Cuando llegamos a ese punto, es cuando la cita de hoy se hace verdadera y cuando nos convertimos en verdaderos imitadores de Jesús, lo había pensado de ese modo?
La intención en el devocional de hoy no es el imponerle un yugo, ni subirle el estándar a su concepto de servicio, es el tratar de explicarle lo que había en el corazón de Jesús al momento de decir estas palabras (las de la cita de hoy), para que entendamos que lejos de ser algo complejo, es una capacidad que nos fue dada por Dios para vivir en función de un propósito y a su vez la llave para vivir una vida genial, mas allá de lo que muchos han imaginado.