A veces para muchas personas el ir a la iglesia es aburrido, pues no encuentran el sentido de ir, y como yo dije en muchas ocasiones, si Dios está en todos lados, por qué no podemos simplemente tener comunión en nuestra casa o en otro lado menos aburrido?
La verdad es que en muchas ocasiones hacemos cosas que no entendemos alegando tener fe, y no sé de donde salió el término, pero muchas personas llaman “fe ciega” a aquellas cosas que no no entienden pero que alguien les dijo que tenían que hacer y que al parecer son “buenas” para nosotros.
Muchas personas tienen la idea de que ir a la iglesia y ser buenos es un sinónimo, siendo que esto es un mito, por no llamarlo una mentira, otras personas han decidido creer que con ir a la iglesia agradamos a Dios y esto es solo parcialmente cierto, pues imagínelo de esta manera, imagine que recibe usted en su casa la visita de una familia con la que viene un adolescente que no quiere estar ahí y que simplemente se pasa el tiempo haciendo las cosas difíciles y con su cara larga, creo que ni usted, ni los papas del adolescente ni el adolescente disfrutarían la visita, no?, le aseguro que en la iglesia es exactamente igual, quien no está convencido de estar ahí, solo hace incómodo el momento para todos los demás y es mi opinión que Dios está incluido en esos “demás”.
Y nos sucede que no queremos ir a la iglesia o nos ponemos difíciles, porque en realidad no tenemos idea a que vamos, pues sospechamos muchas cosas, pero pocas nos constan y pocas veces entramos y salimos de ese lugar con la certeza de que haya surtido efecto alguno nuestra visita.
El ir a la iglesia los domingos o bien los sábados como muchos acostumbran, nos ayuda a cumplir el propósito con el cual fuimos creados, pero ojo!, no es nuestro propósito el ir a la iglesia, no!, para nada, si fuera así, Dios nos habría creado dentro de una iglesia, el ir a la iglesia nos ayuda a cumplir con el propósito a pesar de que éste no tiene nada que ver con ir a la iglesia, y no crea que esto es confuso, ahorita verá como es mas simple de lo que imagina.
Le voy a poner un ejemplo que estoy seguro entenderá fácilmente, en lo personal no soy diseñador y no me considero muy diestro en esa área, pero es algo que disfruto mucho hacer, me gusta tomar mi computadora y jugar con las imágenes hasta lograr hacer algo que se vea muy bien, y cuando lo logro, normalmente me cuesta trabajo el creer que fui yo quien lo hizo y contemplo por largos ratos mi diseño, ya que disfruto que lo haya logrado y posteriormente lo muestro a mis amigos y me lleno de alegría cuando mi opinión es validada y me dicen que lo que hice es muy bueno (aunque a veces sea por mera compasión, haha!), mas o menos así hace Dios y es justo por eso que estableció el orden de esa manera, durante 6 días creo la tierra y el séptimo lo dedicó a admirar su creación, y lo sigue haciendo, durante 6 días llena la vida de quienes le aman y ha tomado el séptimo para que podamos venir a lucir sus obras delante de Él, para que le mostremos como de su mano no dejamos de avanzar y cómo lo que Él hace tiene un efecto asombroso en nosotros, y que no solo vamos a lucir, sino que en agradecimiento llevamos ofrendas que ponemos delante de Él.
Nota la diferencia?, sólo ir a la iglesia y cumplir con nuestro propósito, alineándonos con el resto de la creación, son 2 cosas completamente distintas, ya que así dejamos de solo ocupar un tiempo y un lugar entre muchos otros que no están seguros de lo que hacen y vamos y hacemos aquello que verdaderamente agrada a Dios y hace que su corazón se alegre y nos llene de favor.
Es aquí donde el alejarnos del mal hace sentido, no porque nos sea dañino el mal, sino que cada momento que pasamos en otro lugar diferente a donde Dios espera que lo pasemos, mengua la ofrenda y la obra que presentaremos en el tiempo que vamos a su presencia, es decir, entre mas tiempo pasemos haciendo aquello que nos atrae pero que sabemos que no es agradable delante de los ojos de Dios, hace que aquello que presentemos se haga pequeño y se cubra de culpa de modo que no luzca cuando nos presentemos delante de Él y no tengamos mucho que mostrarle ni ofrecerle.
Por tanto, si alguien le enseñó que el famoso día del Señor era para que usted recibiera algo de Dios o era para aprender de Dios, le mintió, no sé si lo haya hecho con intención o por ignorancia, pero le sembró una gran confusión.
Es aquí donde no solo entendemos citas como la de hoy, sino se convierten en palabras emocionantes, imagine lo que el Salmista pensaba, que era mejor el día que presentaba los resultados de su semana, que toda la semana misma que se llenaba de beneficios de acuerdo a su propósito, el día del Señor es el día donde tenemos la oportunidad de hacer a Dios que se sienta orgulloso de nosotros y podemos mostrarle la gloria de su hechura en nosotros.
Imagine lo que pasará si educamos a nuestros hijos de esta manera, cuando les enseñemos que el día mas importante es el día que presentamos resultados a Dios de lo que hizo en nosotros toda la semana, no solo aprenderán a ir con agrado y con gozo a la iglesia, sino que pasarán una semana entera esforzándose para que aquellos resultados sean tremendamente agradables delante de Él!