A veces no me deja de sorprender la capacidad que tenemos de tratar de hacer a Dios similar a nosotros y evitar hacer lo que dice la palabra de Dios de ser nosotros quienes seamos iguales a Él, de ser nosotros quienes imitemos sus actitudes y creamos en todo lo que nos dice.
Creo que a diario escucho alguna cualidad inaudita que alguien se imaginó acerca de Dios como “Dios está enojado conmigo”, “estoy muy lejos de Dios”, “en este momento Dios no ha de querer nada conmigo”, “siento que Dios no querrá responder mi oración”, pareciera que cada día Dios se parece mas a nosotros, y se convierte en alguien berrinchudo y con un humor volátil, al cual hay que mantener contento y entretenido para conseguir su favor, de hecho si lo pienso así, no le veo mucha diferencia de los dioses paganos a los cuales se les solía ofrecer sacrificios para provocar su favor o calmar su ira.
Las personas se han encargado de crear mitos alrededor de Dios y creen que en el momento que pecan, desobedecen o no incluyen a Dios en sus planes, este se da la media vuelta y les abandona a su suerte, o bien piensan que su relación con Dios es como el rodillo de una vieja máquina de escribir y tuvieran que pasar de renglón y empezar desde el principio de nuevo.
De hecho, hace un par de meses vino a mi casa un gran amigo que describía su lucha contra la tentación y su camino hacia la bendición como el subir una montaña, y me platicaba sobre la manera como se esforzaba y como veía que casi alcanzaba una meta (la cual no sabía cual era) y cuando estaba a punto de tocar la cima, caía en la tentación de nuevo y tenía que empezar desde ceros.
Una de las cosas que la gente no comprende es que la culpa, los remordimientos, esa sensación de lejanía y la necesidad de empezar de nuevo desde cero no es nada relacionado con Dios, y la verdad no sabría decirle del diablo, muchas veces pienso que el mismo Satanás se ha de aburrir con nosotros ya que estamos ocupados con nuestros propios pensamientos que no tenemos tiempo ni para el!.
Ahora bien, la contra parte, las personas creen que Dios solo está ahí para concederles sus favores, que tiene una cartera enorme para pagar nuestras deudas y una bodega llena de maridos y esposas potenciales para nosotros, solo en espera de que se lo pidamos y pueda Él accionar al momento, la verdad las personas esperan poco de Dios, creo que su fe esta limitada a solo un par de cosas relacionadas a ellas y se les olvida que están hablando con el Creador del Universo y el que todo lo puede.
Lejos de lo que nuestra mente y nuestra consciencia nos permiten entender y visualizar acerca de Dios, Él no se aleja cuando pecamos, ni cuando hacemos lo incorrecto, Él no deja de mostrar su favor cuando nuestro corazón se vuelca hacia otro lado y menos deja de manifestar su poder alrededor de nosotros, por el contrario y esto es tan fácil como encontrarlo por escrito en su palabra para poder comprobarlo y empezar a vivirlo.
La cita de hoy tiene lugar en el libro de Jonás, Dios habla a Jonás y le da una instrucción y lejos de obedecer, dice la Biblia que con todo apuro Jonás se dirigió a embarcarse en dirección contraria a donde Dios le había pedido que fuera, de acuerdo a nuestro entendimiento carnal, en este momento Dios se habría alejado y se habría olvidado de Jonás, pero note como Dios tenía un plan y no estaba dispuesto a que ningún otro hombre hiciera aquello que Él había planeado para Jonás, de manera que decide agitar el mar, no para acabar con la vida de Jonás, ya que en ninguna parte de este pasaje dice que Dios se haya enfurecido, lo único que hizo fue dar una constante demostración de su poder, para dejar claro que Él era Dios y encontrar una manera de que Jonás volviera su corazón a Él, mas delante, los hombres que estaban en el barco y que obviamente tenían un entendimiento como el suyo y el mío pensaban que Dios estaba enojado y se preguntaban la razón y Jonás tuvo que reconocer que era el la causa del embravecimiento del mar y lleno de culpa (que nadie le pidió que tuviera) se dejó lanzar al mar.
No se exactamente que estaría pensando Jonás en ese momento, pero alguna vez cruzó mi mente que su culpa era tan grande que prefería morir que tener que enfrentar a Dios, pero note como Dios actuó de una manera totalmente distinta a lo que cualquiera en su carne pensaría, Dios hizo algo sobre lo que el día de hoy los científicos siguen discutiendo y argumentando, ya que según ellos no es físicamente posible, Dios recogió a Jonás y lo depositó en el vientre de un pez.
Sabe, no es importante si se puede físicamente o no, al fin y al cabo es Dios quien lo hizo, Él puede alterar la naturaleza que Él creó para diseñar un transporte especial para su hijo que ama y del cual necesita algo, no lo cree?
Finalmente Jonás hizo aquello que Dios le pidió y el amor de Dios quedó patentado en las demostraciones de poder que hizo para llevarle a cumplir su propósito.
Muchas veces hay quienes les sucede igual pasan cosas en su vida que parecieran tan malas como una tormenta en medio del mar o un enorme pez que les tragó y enfocan toda su atención en la tormenta y en el pez y se olvidan del Dios que probablemente esta haciendo gala de su poder para encaminarlos a su propósito y no queriéndolos azotar por su desobediencia.
Hace semanas vengo hablando a las personas a mi alrededor acerca de pasar mas tiempo en silencio en presencia de Dios, ya que si no escuchan su voz, se perderán de la instrucción y de la explicación de lo que pasa en sus vidas, no lo cree?, de la misma manera le invito a usted, pase tiempo en silencio, no solo el tipo de silencio en el que no habla con su boca, también haga silencio en su mente para que Dios le pueda hablar, para que pueda entender lo que sucede en su vida y no se ande imaginando que es Dios quien le castigó, sino quien viene con todo su poder y amor por usted, para llevarle a cumplir ese propósito que diseño para usted desde la eternidad.
Gracias por tomarse ese bello tiempo en presencia del Señor.