Es la intención de Dios bendecirnos?

Hace un par de días alguien muy acertadamente me cuestionó acerca de lo que escribí el viernes, me cuestionó acerca de si no era la intención de Dios el que fuéramos bendecidos y sabe, esta pregunta no tiene una respuesta de la que pueda salir bien librado, ya que para entender la respuesta habría que entender el Reino de los Cielos, que es precisamente el verdadero plan de Dios.

Es obvio que Dios pretende que seamos bendecidos, pero no es su intención lo absoluto que busquemos y persigamos la bendición, sino a El.

Recuerda la historia de Jacob?, es el perfecto ejemplo de ello, todo lo que Jacob buscaba en su vida, era la bendición y fue capaz de comprar la primogenitura de su hermano y de engañar a su propio Padre para obtenerla y aun habiendo sido bendecido por Isaac, no pudo mas que huir ante el inminente enojo de su hermano Esau, su bendición no le servía de nada.

No tenemos que ir tan lejos, aun habiendo sido bendecido y teniendo sobre el la unción que lo ponía en línea directa con Dios, se espantó al ver a Dios en Betel, y no pudo expresar otra cosa mas que “que terrible!”, suena absurdo no?, todo lo que anhelaba era la bendición y el favor de Dios y al encontrarse con este, lejos de disfrutarlo, su culpa y su realidad le hicieron ver al único que podía proveer lo que anhelaba como algo terrible.

La bendición es una consecuencia del establecimiento del Reino de Dios, si nos aseguramos de que nuestra vida funcione tal como funcionan las cosas en el lugar en el cual fuimos concebidos, la bendición, la cual también tiene una naturaleza espiritual, será una constante en nuestra vida, pero tenemos que entender que para que el Reino sea establecido, necesita haber orden.

Y esto no es algo que me saque yo de la manga, la vida es una gran bendición, por ello para que hubiera vida en la tierra, Dios antes tuvo que poner orden y separar la luz de las tinieblas y el agua de lo seco, sin orden, no hay establecimiento de Reino y la bendición no aparecerá por ningún motivo, es por ello que la Biblia empieza por el orden y luego le sigue la bendición.

Dios hizo una promesa y un compromiso al pueblo de Israel y cuando lo sacó de Egipto, se manifestaba por medio de una columna de nube durante el día y por medio de una columna de fuego durante la noche, no para que los Israelitas lo siguieran, sino para que todos los demás pueblos que los vieran pasar vieran que no eran cualquier pueblo y que su Dios los guiaba y por ende los protegía, eran prácticamente intocables, quien se atrevería acercarse a un pueblo custodiado por su Dios que se manifestaba físicamente 24 horas al día?

Cuando el pueblo maduró y dejó de comportarse como el esclavo que era en Egipto, ya no necesitaba que la nube los custodiara, ya que su identidad había sido cambiada, ahora sus actos y su manera de desenvolverse, reflejaba al Dios de la columna de humo y de fuego, ahora el pueblo y Dios eran uno.

La principal característica de Dios reflejada en nosotros es el gobierno, ninguno que se diga que tiene comunión con Dios puede vivir fuera de este, es por ello que Jesús le recuerda al hombre que acaba de sanar que vaya y pague tributo de acuerdo a lo que la ley indica, no porque deba algo a Dios por su sanidad, sino porque tiene que reflejar su identidad como parte del pueblo que ya no es esclavo sino libre por causa de su Dios.

No puedo dejar de asombrarme cuando veo a las personas hoy en día, todas las personas anhelan bendición, pero ninguna quiere en realidad algo con Dios y menos que les de identidad, pareciera que la santidad y la bendición constante fueran como una versión de lepra moderna!.

Pocas personas están dispuestas a reconocer al autor de la bendición, la mayoría pide y cuando recibe percibe a la bendición mas importante que al proveedor de la misma, justo este fin de semana escuché la historia acerca de un matrimonio que fue a la iglesia a pedir oración ya que no podían tener hijos, se oró por ellos y desaparecieron de la iglesia, cuando los fueron a buscar, dijeron que no podían asistir, ya que Dios había respondido la oración pero que el bebe estaba muy pequeño como para ir a la iglesia.

Es precisamente por ello que tenemos que definir bien que es lo que queremos en nuestra vida, bendición de vez en cuando, o una relación con aquel que nos da identidad y bendición constante, y si, si hay un par de requisitos, pero ninguno que sea o difícil o imposible, todo lo que el autor de la bendición constante nos pide es un lugar especial en nuestro corazón, pero no en la parte de nuestro corazón que se rige por las emociones, sino por la parte que da vida y que hace lo correcto.

Por tanto si regresamos a la pregunta original que me hizo la persona que me escribió, creo que no me equivoco al decir que no, Dios no quiere bendecirnos, Dios quiere establecerse en nuestra vida y reflejar su Reino (en el cual la bendición es algo cotidiano y no algo esporádico) en nosotros de manera que se sepa quienes somos y quien es nuestro Dios.

Por tanto le invito a que decida, que le suena mas atractivo?, una bendición de vez en cuando o un cambio de identidad de una natural y terrenal por una celestial y sobrenatural, hecha a la medida según el Creador del Universo?