Hace días que Dios me ha estado hablando acerca de la cita de hoy, me tiene asombrado y consternado a su vez la profundidad de este pasaje y le quiero compartir un poco acerca de ello.
Es un hecho que todos nos preocupamos en algún momento acerca de nuestra relación con Dios, todos sabemos que tenemos que mejorarla y todos nos preguntamos el como es que podríamos hacerlo mejor de como lo hacemos actualmente.
Si usted viniera conmigo, mi respuesta sería: muy sencillo, póngase a leer su Biblia, es algo que suelo decirle a todas las personas y tengo razón en hacerlo, ya que sin ello no sabremos como es que podemos actuar de una mejor manera.
Muchas personas prefieren no leer la Biblia y prefieren no profundizar en ella, porque tienen la falsa creencia de que ésta (la Biblia) esta llena de prohibiciones y limitaciones y que todo se trata de un “no” a esto y un “no” a lo otro, y piensan que la Biblia solo los hará sentir culpables.
Esto último es cierto solo en parte, ya que no es la Biblia la que los hará sentir culpables, sino su propia consciencia quien será confrontada con aquello que ya sabía y aquello que no ha hecho o por otro lado no ha dejado de hacer.
Si usted me pregunta si siempre ha sido así o si es la única manera de llevar una buena relación con Dios, la respuesta es no, (aunque parezca irónico) solo hay que echarse un clavado en la Biblia para descubrirlo.
Me llama mucho la atención que la carta a los Romanos traiga a colación este tema de nuevo y que nos recuerde lo fácil que es tener una relación con Dios.
Note como la carta a los Romanos nos dice que Abraham no tuvo que ser sujeto a la ley para recibir la promesa de Dios y claro que no lo tuvo que hacer, ya que Abraham vivió tiempos previos a la ley, es decir cuando Abraham vivía, la ley aún no era necesaria, ya que Abraham tenía una adecuada relación con Dios en donde uno hablaba, el otro le respondía y este mismo obedecía todo lo que salía de la boca de Dios.
La ley sucedió cuando el hombre dejó de escuchar la voz de Dios y cuando dejó de obedecer la voz de Dios, cuando el hombre prefirió un intermediario entre el y Dios en vez de una relación directa cara a cara, fue entonces que Dios tuvo que escribir una ley, que le evitara al hombre perderse y vivir sin propósito.
Afortunadamente Dios no dejó su ley entre Él y nosotros para siempre, sino que por medio de Jesús nos dio la misma oportunidad que le dio a Abraham y a todos los hombres que vivieron previamente a la ley, en la que no solo podemos hablarle, sino también escucharle y obedecerle para por medio de ello experimentar su poder.
El detalle es que el hombre normalmente no sabe con quien habla ni a quien escucha, conoce demasiado poco acerca de Dios, como para tener una relación con Él, recuerde que la vida de Abraham giraba en torno a Dios y por ello no le fue necesaria la ley.
Hoy en día las personas viven pensando solo en ellas mismas y piensan que Dios gira en torno a ellas, que por ello tiene que responder a sus súplicas y a sus peticiones, siendo que se están perdiendo la mejor parte de la relación con Dios al girar en torno a Él.
Esto nos limita a 2 cosas, a vivir una vida sujeta a la ley, donde la obediencia nos trae cosas buenas o la desobediencia nos deja en manos de nuestros actos, o bien nos deja en la posición de Abraham, en la que podemos escuchar atentamente y tomar la misma actitud de Abraham, de obedecer y ser prosperados en todo lo que hagamos, donde no es que estemos por encima de la ley, sino en donde nuestra vida sea la de un hombre justo que no necesite ser medido por una ley que le justifique.
En mi personal opinión, la ley es el parámetro de los principiantes, la amistad con Dios, como la de Abraham es la meta de nuestra manera de vivir, todo depende de nosotros si nos queremos quedar como principiantes y ser sujetos a la ley o vivir como un verdadero hijo de Dios, donde los beneficios del Padre se reflejen todo el tiempo.
La paternidad de Dios, los beneficios de El , hermano yo solo deseo estar a su lado pendiente de su voz, se que es mi Padre, pero lo que me llena y me hace vivir plenamente es saber que su Gracia me limpio, me salvó y que ahora tengo una relación con El en la que disfruto plenamente y cuando tengo contacto con alguna gente solo puedo hablar de los feliz que soy por ser su hija. Te amo Dios eres mi motor, mis palabras , mis sueños, mi descanso, mi apetito no necesito nada si tu estas a mi lado. Feliz día hermano.
(: Hermoso ! esta tan al alcanze tener una hermosa relacion con Dios peor avecez nosotrso mismos la limitamos, pero yo dejo de ser una prinsipiante ,para ir mas aya para tener una mejor relacion con mi DIOS