Como le comentaba el día de ayer, en mi lectura, tengo ya algunos meses atorado en el libro de Éxodo y entre mas leo mas me fascino y mas aprendo, pareciera que no quisiera salir de esta parte fascinante de la Biblia y le quiero contar un poco acerca de lo que estuve meditando ayer.
En lo personal considero que el mas grave error que una persona puede cometer en su relación con Dios, es pensar que Dios es como uno, es decir que Dios se parece a los hombres y que reacciona como ellos.
Cada día me encuentro con mas y mas personas que dicen no merecer el favor de Dios y que éste probablemente esta enojado con ellas y que por eso su vida esta destinada a que les sucedan cosas malas o que se yo, siendo que Dios lo declara en su propia palabra es “tardo para la ira y grande en misericordia”, pero en ocasiones nuestra mala consciencia es tan fuerte que no nos permite entender como son las cosas en realidad.
Otro de los errores muy comunes que solemos cometer es el creer que los milagros de Dios son algo simplemente espontáneo y que no tenemos que influencia en ellos y no me refiero al hecho de que tenemos que hacer mandas, caminatas o rituales raros, sino que Dios al hacer un milagro en nuestra vida, no pretende ser alguien ajeno que hizo algo “bueno” en nosotros, sino mas bien espera ser parte de la realización del milagro, como de la recepción y de la celebración del mismo.
El detalle radica en que normalmente no tenemos una verdadera relación bilateral con Dios y no sabemos hablar con Él, todo lo que hacemos es pedir, pedir y pedir, de manera que cuando responde a nuestra oración, no sabemos siquiera como dar gracias y luego nuestra mente nos pide salir corriendo de ahí a como de lugar.
La realidad es que Dios es muy distinto a todo eso que imaginamos, Dios pretende ser parte de nuestro proceso, de nuestra bendición y de lo que viene después, pretende ser parte verdadera de nuestra vida y sabe, aun cuando no lo incluimos como Él lo espera y lo merece, Él sigue fiel a su intención y a su palabra.
La cita del día de hoy tiene lugar justo después de la escena del becerro de oro, Dios se molesta con los Israelitas y habla con Moisés la posibilidad de acabar con ellos y levantar de su descendencia (la de Moisés) una nueva nación, a lo que Moisés intercede por los Israelitas y logra que Dios les perdone la vida, pero aún así Dios les advierte que no caminará con ellos, sino que enviará a un Angel a que les guíe por en medio del desierto, ya que si es Él quien camina con ellos, corren el riesgo de que acabe con ellos en cualquier momento.
Moisés entiende esto, pero también entiende que el pueblo con su mentalidad de esclavo y vagando por el desierto, se perderá de inmediato y corre el riesgo de desviarse, de manera que decide ir una segunda vez a la presencia de Dios y vuelve a rogar a Dios, no solo que les perdone, sino que les acompañe, ya que sus vidas depende de ello.
Dios amaba el corazón de Moisés y por amor a el hizo muchas cosas, entre ellas el perdonar la vida de los Israelitas y lo que le voy a contar.
Dios pudo simplemente haber dicho que sí a la súplica de Moisés y listo, pudo haber acompañado a los Israelitas por el desierto y haber sido hasta cierto punto “indiferente”, ya que estaba enojado, pero afortunadamente Dios no es así, lejos de solo acompañarlos o de simplemente regresar al plan original que había hecho con ellos, decidió dejarles claro quien era Él, de manera que decidió poner su mano sobre ellos y hacer como dice en la cita “milagros que jamás se han hecho en ningún lugar”, y así sucedió Dios se hizo grande sobre Israel y todos los reinos circunvecinos temían a los Israelitas a causa del Dios que iba con ellos.
En muchas ocasiones, nuestro sentimiento de culpa no solo detiene la bendición que pudiera llegar a nuestra vida, sino que nos ciega al punto de limitar nuestra relación con Dios y su efecto en nosotros, la culpa nos hace que incluso la misericordia de Dios pierda su efecto y que podemos decir de la gracia? a veces la bloqueamos por completo.
Recuerde una cosa, Dios todo lo que necesita es que creamos, de manera que si reconocemos nuestro error y venimos delante de Él con un corazón honesto y sincero, Dios puede hacer tal como hizo con los Israelitas, puede decir que si y no solo eso, puede diseñar un plan mas grande y mas completo para dejarnos boquiabiertos a nosotros y a todos los que nos observan, por qué habría de hacerlos?, simple, solo por el hecho de ser Dios y dejar claro quien es y lo grande de su poder.
La Biblia esta llena de ejemplos de las cosas que Dios puede hacer en nosotros y sabe, el 99% de las ocasiones tratamos de encontrar cosas complejas en ella, siendo que son ejemplos 100% simples, solo que pensamos que Dios es como nosotros y no que nosotros podemos ser cada día mas como Él es, dependiendo de como podamos adoptar esta visión el como creceremos en su favor, sus milagros y todo aquello que por escrito nos fue prometido, recuerde, según Dios, la segunda oportunidad es mejor que la primera.