Todos llegamos a un punto en nuestra vida, en la que nos damos cuenta que las cosas no nos salieron tal como habíamos planeado y que estamos en un verdadero desastre, y hay tantos cabos sueltos en nuestra situación que no sabemos ni por donde empezar.
Al encontrarnos en una situación como la que le acabo de comentar, normalmente solemos tomar una de las dos siguientes actitudes:
La primera, no nos sentimos dignos de ir delante de Dios y tenemos la idea de que primeramente debemos de arreglar nuestros asuntos y sentirnos por así decirlo “limpios” para poder presentarnos de nuevo delante de Dios y poder ser “merecedores” de bendición.
La segunda, es aquella en la que nos desesperamos, pedimos a Dios perdón y ayuda a la vez y le pedimos que arregle esto y luego lo otro y lejos de pedir ayuda a Dios pareciera que le estamos dando instrucciones de que hacer y llegamos al extremo que quisiéramos ir a dormir y al despertar encontrarnos con todos nuestros problemas resueltos e incluso una actitud distinta ante ellos en nosotros.
La verdad es que las cosas no funcionan así, ni tenemos que irnos por nuestra cuenta a arreglar las cosas para poder ir de nuevo ante Dios, ni es Él el que tiene que arreglarlo todo y simplemente “por amor” a nosotros y porque “Él es bueno”.
Es precisamente para eso que Dios nos dejó su Biblia, para que dejemos de imaginarnos como son las cosas con Él y hagamos las cosas como Él las planeó y tengamos siempre un efecto eterno en cada situación, sin importar que tan mal podamos estar.
Toda la Biblia es reflejo de nuestra vida cotidiana, solo tenemos que poner suficiente atención, solo tenemos que dejar de pensar como nosotros y empezar a pensar como Dios y es más fácil de lo que se imagina, y le quiero poner un ejemplo.
La relación que Dios pretende tener con nosotros se refleja en toda la Biblia y no hay que ser eruditos de la Biblia ni tener un don sobrenatural para entenderla, solo necesitamos asegurarnos haber nacido de nuevo, para que podamos recuperar ese espíritu que viene de Dios que perdimos en el edén.
La cita de hoy es un ejemplo, si usted lo nota tanto la tierra como nosotros somos creación de Dios, y aunque nosotros fuimos creados para gobernar sobre la tierra, el trato como creación que recibiremos será el mismo, ya que es el mismo Dios y note como la cita de hoy hace referencia al desorden y al vacío que había en la tierra, cuando nosotros estamos en problemas y tenemos desorden en nuestra vida, el vacío es el sentimiento predominante en nosotros, lo ha notado?, luego la cita dice que las tinieblas estaban sobre la faz de la tierra, entiendo que a nuestro enemigo (Satanás) se le conoce como el Príncipe de las Tinieblas, por tanto podemos entender que sobre el desorden siempre se moverá la obra de Satanás, es decir, siempre que hay desorden en nuestra vida nos encontramos bajo el efecto del pecado y por ende bajo la influencia de Satanás, le hace sentido la comparación de la cita de Génesis con su problema?
Esto no nos quiere decir otra cosa que somos parte de la creación de Dios y está en nuestra naturaleza el meternos en problemas y el tener desorden en nuestra vida, hasta que permitamos que Dios entre en ella y arregle eso y por medio del efecto de Jesús nos garantice la eternidad.
Cosa seguida en la cita dice que el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas, y en la Biblia el agua simboliza la palabra de Dios, es decir, Dios se mueve y es fiel entorno a su palabra y todo lo que tengamos que ver con Él, estará siempre ligado a su palabra, cosa siguiente nos dice la cita que Dios convocó a la luz y la luz fue, la luz es representación de la verdad en la Biblia y si lo nota, esta ligada a la palabra.
Para no enredarle, cuando nos encontramos en problemas, nos encontramos en desorden y vacíos, es decir estamos bajo la influencia del pecado y de Satanás, mas Dios es un Dios de orden antes que nada, pero no es un Dios que simplemente venga a restablecer el orden en nosotros, sino tiene que asegurar que en esa área que va a sanar el orden se mantenga, por tanto usa su palabra (la Biblia) como parámetro para que se de el orden y aseguremos mantenerlo y posteriormente expone su verdad (la de Dios) para poder accionar.
Es decir, si usted quiere salir de problemas, si usted anhela cambiar una situación, si usted quiere dejar de pecar, puede hacerlo a su modo y tardar todo lo que quiera, o bien puede hacerlo al modo de Dios, permitiendo que Dios por medio de su palabra le ayude a reconocer su pecado, es decir, tiene que dejar a su consciencia fuera de la jugada, de manera que su usted entienda el pecado y sus consecuencias por medio de su razón y actúe en consecuencia, solo razonando nuestro pecado podemos arrepentirnos de Él, ya que si nos dejamos guiar por nuestros sentimientos y nuestra culpa, solo seguiremos en confusión.
Una vez que razonamos nuestro pecado, es cuando tenemos acceso a la cruz, una vez que nos dejamos medir por la palabra de Dios, podemos verdaderamente reconocer como no esta en nuestras manos el cambiar nuestra vida y es justo en ese reconocimiento racional en el que damos entrada al efecto en la cruz, es en ese momento que dejamos que el mejor acto racional de amor, el de dar la vida por nosotros hace efecto y lava nuestra realidad y nos transforma.
Como ve? esta dispuesto a hacer las cosas al modo de Dios?, o prefiere seguir batallando?
Yo decidi que Dios ordene mi vida y esperar en el,, pero tengo que reconocer que es dificil dejar de ser uno mismo y tener dominio propio en medio del caos. Pido a Dios me de paciencia.
Gracias por el devocional
mas que paciencia pide conforme la Biblia
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad. (Fil 2:13)
Eso quiere decir que tengo que dejar que la voluntad de Dios gobierne mi vida, despojarme de mi vieja naturaleza, que me guie por el camino.
gracias, tendre presente ese versiculo en adelante
Yo prefiero que sea al modo de Dios, aunque la verdad es dificil en las circunstancias que uno vive, pero la palabra de Dios es fiel y verdadera, por lo tanto quiero creerla y decido persistir en el.
Gracias por el devocional