Los Zombies Espirituales, parte 7

En mi personal opinión este tipo de personas lejos de tener un carácter fuerte, lo tienen débil, y  son muy conscientes de ello, y a su vez tienen miedo de que las personas a su alrededor lo noten, por tal reaccionan de manera agresiva, impositiva, determinada, demandante y tratando de ponerse por encima las personas a su alrededor, para que no se note su verdadera personalidad y mostrarse vulnerables.

Una de las herramientas más comunes de estas personas es la burla, tratan de destacar los detalles de las demás personas, para de esa manera no tener de asimilar los propios, han encontrado en este tipo de comportamientos el escudo perfecto para sus temores e inseguridades.

La Biblia nos habla de que no es bueno caminar solos por la vida, de hecho nos habla bastante acerca de tener consejeros, es decir, personas a las que podamos recurrir, en las que podamos confiar, con quienes podamos abrir nuestro corazón y de quienes recibamos consejo, obvio, también tenemos que estar dispuestos a seguir esos consejos, si no de nada sirve (Proverbios 11:14, 15:22, 24:6).

Un consejero es un importantísimo, ya que es una de las maneras de asegurar que Dios nos hable, y no me refiero a que siempre Dios nos hablará por medio de alguien mas, pero es seguro que si buscamos un buen consejero que sea temeroso de Dios, que conozca de su palabra y que sea un buen confidente, Dios le usará de continuo para bendecir nuestra vida y para confirmar aquello que habla a nuestro corazón.

Normalmente aquellas personas que llamamos de “carácter fuerte” carecen de consejeros y reaccionan de manera indiferente o agresiva al consejo de otros, cuando dicen abrirse a recibir consejo de alguien más, por lo general ya tienen en mente el tipo de respuesta que esperan recibir y no confiarán en ninguna respuesta que no sea la que tienen en mente, suelen juntarse con otros que suelen alabarles o como decimos en México “seguirles la corriente”, pero en realidad son personas solitarias que comparten con pocos o con nadie sus sentimientos.

Al pensar en los zombies de las películas, son muy similares a estas personas, caminan solos, no voltean ni a derecha ni izquierda y a pesar de ser muchos y tener el mismo objetivo, no lo hacen en conjunto, caminan de manera individual y solitaria, si alguno de sus similares cae, simplemente se alejan.

En mi punto de vista personal, no hay cosa mas triste que no tener amigos y sabe, he aprendido con el tiempo que el tener amigos depende mas de uno que de los demás, ya que afortunadamente siempre habrá alguien dispuesto a tendernos la mano si nos abrimos a ello, todo depende de que nos abramos a recibir un poco de afecto, ayuda y consejo.

Obviamente no puedo radicalizar el hecho de ser zombies, pero como alguien que me escribió el día de ayer decía, hay partes de nosotros o de nuestra personalidad que tienen un estado zombie y que si no las cuidamos, pueden contaminar el resto de lo que somos.

Una de las mejores maneras de evitar el llevar una vida o una actitud zombie es el juntarnos con otros que sean sabios, que nos den consejos, que enriquezcan nuestra vida, para que posteriormente lo podamos hacer nosotros también con otros, no tiene nada de malo el ser vulnerables de vez en cuando, eso demuestra que somos perfectibles y que Dios tiene aun mucho que hacer en nosotros.