Se dice que de política y de religión no se debe de discutir, y creo que quien dijo esto tiene mucha razón, pero como siempre, no me gusta quedarme con la duda de nada y me puse a reflexionar al respecto.
En México nos encontramos en tiempos electorales y creo que mas que nunca la gente ha hablado al respecto de lo que sucede y de lo que piensa, no recuerdo haber visto tantas opiniones y mucho menos tantos movimientos a favor o en contra de algún candidato, obviamente antes los medios sociales no estaban tan desarrollados como lo están ahora, pero tampoco teníamos acceso a tanta información como lo tenemos hoy en día y pareciera que de repente eso “de política y religión no se debe de discutir” quedó a un lado y todos hablan y opinan como conocedores del tema.
Es interesante darnos cuenta que entre mas sabemos sobre la situación política actual, más hablamos sobre ella y lo hacemos con mas libertad.
Ahora bien, hay quienes confunden la fe y la religión, y creo que antes de hablar sobre si podemos hablar sobre religión como lo hacemos sobre la política, es importante que definamos que es cada cosa.
El diccionario dice que religión es: un sistema compartido de creencias y de prácticas, es decir y en otras palabras, una religión no es otra cosa que la opinión de un grupo de personas que están de acuerdo en creer y practicar algo, sin importar si lo que creen o lo que practican es correcto o es verdadero, lo importante es que creen y practican lo mismo, es eso precisamente lo que lo hace una religión, el estar de acuerdo.
La Biblia dice que la Fé es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Heb. 11:1), pero esto que se espera y esto que no se ve, se refiere a lo que está escrito en la palabra de Dios y no simplemente de algo que se decida esperar aunque no se vea.
Es por esto que es tan delicado hablar sobre religión, ya que nunca se llegará a tener la razón, ya que es un sistema basado en creencias y opiniones y no en la verdad expresada por Dios.
Hace tiempo alguien que había perdido a un ser querido cercano me preguntó si podía hacer algo por esa persona para asegurar que llegara al cielo, a lo que respondí que de acuerdo a la Biblia no se puede hacer nada, esta persona se enojó mucho cuando le respondí y me dijo que en su religión creían que al morir las almas iban al purgatorio y que con rezos podíamos ayudar a esas almas para que fueran perdonadas y llegar al cielo, a lo que conteste con mucho respeto y dije: usted me preguntó que es lo que se podía hacer y no puedo responder mas allá de lo que está escrito en la palabra de Dios, el purgatorio es algo que esta escrito en “La Divina Comedia” que es una novela, y es algo que es completamente ajeno a la Biblia, si en su religión creen eso, es 100% válido para quienes lo creen, pero no tengo porque opinar de la misma manera.
Y esto se lo comento, porque muchas veces las personas deciden creer cosas que les hacen sentir menos culpa, menos dolor o que se yo y se agrupan de acuerdo a esto que deciden creer, y quien opine diferente puede incluso ofender a estas personas, ya que desconocen el verdadero motivo por el cual esta o aquella religión deciden creer una u otra cosa.
La cita de hoy es como un refresco para mi, ya que es una de las razones por las cuales me decidí a comenzar a escribir estas líneas, porque un día dejé de pertenecer a una religión y decidí comenzar a tener una relación con Dios y como lo he dicho en muchas ocasiones, no podemos tener una relación con alguien a quien no conocemos, ni en lo natural y mucho menos en lo espiritual.
Por tanto la Biblia nos dice que entre mas conocemos a Dios y de Dios, tenemos mas libertad para hablar sobre Él, y sabe, lo mejor es que tenemos libertad de hacerlo sin miedo a ofender a nadie, ya que no esta nuestra opinión de por medio, sino discutimos acerca de la verdad, lo cual no nos puede llevar a otra parte mas que a crecer.
Yo le quiero invitar a que haga de esta manera, así como tenemos mas acceso a información sobre política y tenemos mas libertad para hablar sobre ella, también tenemos mas acceso a la palabra de Dios, ya sea en casa, en internet y en cualquier lugar, conozcamos de ella, para que podamos de esa manera cumplir la cita de hoy y no podamos evitar hablar aquello que ahora sabemos.