Es interesante el reflexionar como es que llegamos hasta donde estamos el día de  hoy, creo que es casi un común denominador el hecho de que a lo largo de este tiempo nos hemos acercado y alejado de Dios y que cada vez que nos alejamos, parece igual de difícil que la primera vez el volvernos a acercar, y la razón es sencilla, no sabemos como acercarnos a Dios, en casi todas las ocasiones lo hemos hecho impulsados por una necesidad y le aseguro que Dios ha hecho mas porque nos acerquemos que nosotros por acercarnos a Él.

Y con esto no pretendo hacerle meditar y sentir mal por el hecho de que no sabemos como acercarnos a Dios, no, por favor no crea eso, ya que por lo general usted y yo no tenemos culpa en ello, nunca nadie nos enseñó a permanecer en los caminos de Dios, ya que quienes nos criaron, tampoco lo sabían, no se en que parte del camino se perdió esa comunicación y esa cercanía y vivimos bajo el efecto de lo que nuestras generaciones previas hicieron o bien no hicieron.

Es hasta cierto punto cómico el ver a mis amigos casados batallar y pasar por situaciones incómodas en su matrimonio y con sus hijos, y me refiero a cómico por el hecho de que ellos están conscientes de las cosas que suceden y ellos mismos reconocen en muchas ocasiones que lo están haciendo del modo difícil y complicado, pero las circunstancias no se los permiten de otra manera y como es de esperarse, siempre me terminan diciendo “espera a que te cases y ya entenderás y pasarás por lo mismo”, y sabe, eso me preocupa, ya que siempre he sido un ferviente creyente de que las cosas se pueden hacer de otra manera y mejor, soy un enemigo del famoso dicho “nadie escarmienta en cabeza ajena”, ya que es una frase que nos invita a la mediocridad y al irremediable hecho de batallar y sufrir.

Le aseguro que a lo largo de mi caminar por la vida y en Cristo he procurado tomar nota de cuanta cosa me es posible y he tratado de escarmentar en cabeza ajena cuantas veces puedo, ya que eso me evitará problemas y sabe, se puede, si no, a que vino Jesús a este mundo sino a ponernos el ejemplo de como vivir? en su paso por la tierra, Jesús no era nadie diferente a nosotros y vivió de una manera grandiosa acompañada de la gloria de Dios manifestada en su vida y luego nos invitó a imitarle, entonces, por que no simplemente hacerlo así?

El secreto de todo esta en lo que decidimos aprender, es decir, podemos hacer las cosas de manera consciente o inconsciente, es como acercarse a Dios, podemos hacerlo por necesidad, o aun en medio de nuestros problemas podemos hacerlo por agradar el corazón de Dios, de manera que no sea algo circunstancial y nos alejemos sin darnos cuenta, sino que permanezcamos ahí el mayor tiempo posible y que sepamos como regresar en caso de que nos alejemos aun sin querer.

Es por eso que la Biblia nos previene de ello, me emociona que Dios incluyó la cita de hoy como una alerta, podemos enseñar a nuestros hijos en los caminos de Dios y evitarles problemas, podemos hacer que nuestros hijos practiquen de manera natural el hecho de escarmentar en cabeza ajena y entender el propósito de Dios en toda situación, de manera que nunca tengan que batallar por ello y nunca se alejen, tal como hizo Jesús.

Jesús creció de la manera que lo hizo porque José y María sabían perfectamente a quien estaban criando e hicieron un gran papel, pero sabe, Jesús no es el primer caso mencionado en la Biblia de una buena crianza, esta el caso de Samuel, en el cual su madre no solo lo crió bien y conforme a la palabra de Dios, sino lo llevó ahí a donde aseguró que fuera un hombre recto y jamás se alejara, si nosotros criáramos a nuestros hijos con la consciencia de lo que Dios quiere hacer en ellos, le aseguro que no lo haríamos diferente de como lo hicieron José, María y Ana.

Esto que le cuento el día de hoy no es solo algo reservado para nuestros hijos, es algo que usted y yo podemos poner en práctica el día de hoy si usted y yo así lo decidimos, no en vano la Biblia nos habla del hecho de nacer de nuevo, es decir, tenemos la oportunidad de poner nuestro contador en “ceros” espiritualmente hablando y acercarnos a alguien quien nos instruya y nos enseñe a escarmentar en cabeza ajena y a vivir una vida gloriosa, tal como Dios la planeó para nosotros, a escarmentar en cabeza ajena y a vivir guiados por la sabiduría divina de la palabra de Dios.

 

Lectura del día de hoy: Proverbios 22

 

 

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