No termino de entender porque las personas parecen tener una necesidad de mistificar las cosas de Dios, pareciera que Dios por si mismo fuera aburrido o que se yo, que tienen esa necesidad de hacerlo parecer interesante ante los demás y que esas cosas que hace en sus vidas, no las pudiera hacer en la de ningún otro hombre sobre la tierra, mas aún así nadie puede explicar lo que Dios hace.
La Biblia nos enseña que a pesar de que vivimos en esta tierra, venimos de otro lugar y pertenecemos a ese lugar del cual venimos y no a esta tierra, y la Biblia nos enseña que nuestra estancia aquí tiene que ver con el recuperar el dominio de la tierra para Dios, pero sabe, no es nada oculto, todo eso esta escrito y nos queda mas que claro si lo leemos y lo entendemos, ya que si lo entendemos, también nos quedará mas que claro que también tenemos acceso a todo aquello que Dios preparó para nosotros en aquel lugar al cual pertenecemos, es decir no estamos limitados a las cosas que vemos, por el contrario, tenemos acceso a lo que no vemos, pero será muy difícil accesarlo si pretendemos hacerlo de manera inconsciente y mística.
El término natural se refiere a todo aquello que es parte de la naturaleza, pero en específico se refiere a la naturaleza de este mundo, es por tanto que es hasta cierto punto ridículo pensar que existe una “madre naturaleza” de la cual somos hijos, ya que primeramente la Biblia no dice nada acerca de ella y segundo, es que lo mas probable es que la haya inventado algún “sabio” de la antigüedad que no tenía clara su identidad, y esto se lo digo porque el lugar del cual venimos, esta gobernado por alguien que es sobrenatural, es decir, esta por encima de la naturaleza y sabe, nos puso a nosotros también por encima de ella, no en vano desde el principio de los tiempos nos ordenó gobernar sobre ella (Gen 1:28).
En otras palabras, Dios desde el principio nos dio autoridad sobrenatural, e incluso nos dio un entendimiento sobrenatural, es decir, no solo tenemos acceso a las cosas que van mas allá de la naturaleza, sino también nos dio la capacidad de entenderlas, de provocarlas y de hacerlas comunes en nuestra vida cotidiana.
Esto es sencillo de entender, y hace unas semanas me quedó mas que claro, por cuestiones de trabajo me tocó viajar a la ciudad de Berlin y estando allá coincidí con una amiga quien me presentó a otra amiga suya quien estaba rodeada de sus amigos mexicanos, a su vez estos amigos suyos tenían que ver con el mundo de la Opera y no pude mas que quedar asombrado lo automático que fue el hecho de que en menos de lo que imaginé estaba rodeado por personas que veníamos del mismo país y que tenemos los mismos gustos y oficios (aunque aclaro que no canto Opera, pero si disfruto de ella), de la misma manera deberíamos de hacer cuando entendemos cual es nuestra identidad sobrenatural y celestial.
El problema radica en que no tenemos clara cual es nuestra identidad, no sabemos a ciencia cierta quienes somos y de donde venimos, ya que las generaciones pasadas lo fueron olvidando, porque en nuestro ambiente así lo permitió o que se yo, pero sobre todo porque nunca hemos ido al manual del fabricante (La Biblia) a entender todo lo que somos capaces de hacer.
Hace un par de meses fui invitado a cenar a casa de una amiga y vi que en la barra de la cocina había un juguete muy llamativo, pero por mas que lo vi y le daba vueltas, no terminaba de entender de que se trataba, después de unos minutos pregunté a mi amiga quien estaba muy entretenida cocinando de que se trataba el juguete, a lo que respondió que no sabía, que se lo habían regalado a uno de sus hijos, pero que no venía envuelto y no traía instructivo, por lo cual hasta el momento no habían podido jugar con el, después de largo rato de observarlo me di cuenta que era un juguete a control remoto y que solo había que retirar la lamina plástica que impedía que la batería hiciera contacto para que funcionara y así hice y me di cuenta que era un gran juguete, aunque hubiera sido mucho mas fácil si hubieran tenido el instructivo.
Justo así nos sucede a nosotros, luego hay cosas que oramos una y otra vez y simplemente no suceden, simplemente no sabemos que hacer para desatar el poder de Dios en nuestra vida para cosas específicas y empezamos a depender de ese “poder místico” de Dios y a pensar que Dios “por algo” hace las cosas, todo por no leer ese instructivo.
La cita de hoy es una de esas que me hace detenerme al hacer cualquier cosa si la hago sin haber consultado a Dios previamente, note como la cita dice “endereza” sus pasos, eso quiere decir que Dios siempre va a respetar nuestros planes, y que no hay nada oculto en su voluntad, solo que Él se asegurará de llevarnos por donde tendremos éxito y por donde nuestra vida y nuestro corazón estén a salvo.
Hay solo dos maneras de como podemos hacer las cosas en esta vida, con Dios o sin Dios, si decidimos hacerlo sin Dios, estamos a merced de nuestra buena fortuna o la suerte, pero si lo hacemos con Dios, no solo lo haremos bien, sino sabremos justo como hacerlo y como repetirlo, ya que aquello que es de nuestra identidad y sobrenatural para este mundo, será parte de nuestro entendimiento y de nuestra manera de vivir, así que decida, que prefiere?, vivir como el resto de las personas, sujeto a la naturaleza de este mundo o bien vivir una vida sobrenatural en la que Dios endereza sus pasos y le revela los secretos del universo, de lo sobrenatural y aquello que viene del Reino de los Cielos?