Es asombroso lo que nos puede suceder en un momento de angustia, todo nuestro entendimiento se nubla y nuestro universo se reduce solamente a ese pequeño incidente, a esa situación que pareciera acabar con todo lo que somos, lo que tenemos y aquello a lo que aspiramos, como si después de esa situación no hubiera un mañana, o nada la precediera, le ha sucedido?
Esto que le cuento es de lo mas normal, es de lo mas común que nos puede suceder y más si no tenemos claro para que es que estamos en este mundo y que papel juega Dios en nuestras vidas, con ello, no quiero decirle que si usted se ha sentido de la manera que le describí, esté usted mal, mas bien, está en el mejor punto para dar el siguiente paso, en el mejor lugar para acercarse mas a aquel punto que Dios ha tenido planeado.
Uno de los mayores conflictos que solemos tener los seres humanos es que no sabemos planear, y si lo hacemos, no sabemos vivir enfocados a ese plan, es decir, vivimos el aquí y el ahora, y nos cuesta mucho trabajo el desenfocarnos de ese aquí y ese ahora, es decir, vivimos a corto plazo, y permítame ponerle un ejemplo para ponerlo un poco mas claro:
Soy un entusiasta de los reality shows de canto, me gustan los programas donde aquellos que tienen un talento en su voz, obtienen la oportunidad de encontrar un atajo al estrellato, de ser descubiertos y lanzados al mundo de la fama, pero le tengo que ser honesto me frustra el ver las entrevistas de los participantes cuando expresan que están en el “momento mas importante de su vida” y que todo depende de pasar esa noche a la siguiente etapa, y que pareciera que toda su felicidad depende de ese momento, entonces lo importante es ganar o lo importante es explotar su talento?
Según entiendo el cantar como muchas otras cosas, no solo se hacen porque se tiene el talento, sino porque se tiene vocación, es decir es algo que es parte de nosotros y podríamos bien vivir para explotar ese talento.
Obvio, entiendo que ese momento es emocionante y que estas personas se encuentran ante el umbral de lo que puede ser su carrera profesional como cantante y comparto su emoción mas no su angustia.
En ocasiones, así nos sucede a nosotros, estamos en medio de un problema y pareciera que si no se resuelve como nosotros esperamos, el mundo se desmoronará, nada después de eso tendrá sentido alguno y nos desesperamos, nos frustramos y sufrimos por lo que viene, tal como las personas del reality show.
Lo que nos sucede a nosotros como a las personas de los reality shows no es nada del otro mundo, es hasta cierto punto algo “de lo mas normal”, pero no por ello tenemos que vivir con ello, por el contrario, Dios lo puso ahí para que aprendamos a superarlo y de eso es de lo que le quiero hablar el día de hoy.
El salmo 17 es un salmo muy interesante, es un salmo de angustia, de súplica por la protección de Dios, es un escrito en el que el salmista describe su situación y se pone en manos de Dios, es la rendición total de alguien ante la amenaza de su enemigo y la declaración de impotencia de poder enfrentar con medios propios la amenaza.
Creo que usted y yo hemos estado muchas veces en esta situación y hemos dicho en muchas ocasiones que “dejamos todo en manos de Dios”, pero hace ya un tiempo que me pregunto “que es lo que hacemos mientras Dios toma el control de las situaciones?”
Hace unas semanas viajaba en tren con mi Mama, mis tías y una prima y cada una de ellas tenía una enorme maleta, no solo grande sino muy pesada y cada vez que subíamos o bajábamos del tren, era yo quien subía o bajaba las maletas y me ponía de acuerdo con ellas, y les decía “ustedes suban (o bajen según sea el caso) primero y solo una de ustedes quédese a la entrada (o salida) para que reciba las maletas y las acomode en lo que yo subo (o bajo) las demás” y era cómico ver que a pesar de habernos puesto de acuerdo, siempre nos sucedía lo mismo, siempre una de ellas se quedaba a mitad del camino con la intención de ayudar y lamentablemente no hacía mas que estorbar un poco.
Muchas veces oramos y pedimos ante nuestras situaciones y decimos entregarlas en las manos de Dios, mas luego hacemos con en la situación del tren, nos quedamos a mitad del camino tratando de “ayudar” en algo y no hacemos mas que estorbar en el plan de Dios.
La pregunta es: que hacemos entonces?
Nuestra relación con Dios debe de ser una relación de confianza, primeramente debemos de entender que independientemente de lo que usted y yo hagamos, Él ya tiene un plan y nos lo puede compartir, si nos disponemos para ello y si nos comprometemos a no intervenir, sino a hacer solamente aquello que nos corresponde, segundo, una vez que dijimos que las cosas están en sus manos, es ahí donde se deben de quedar!
El salmista sabía esto y es por eso que usé la cita de hoy, note la manera gloriosa en la que termina el salmo 17: “estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza”, nuestro papel mientras Dios actúa es ver y aprender, no en vano Jesús nos invitó a seguirle y no en vano nos dijo que todas las cosas que Él hizo, nosotros también las podemos hacer (Juan 14:12), así como Pablo nos exhortó a ser imitadores de Cristo al grado que aspiremos a su estatura (Efesios 4:13), por tanto nuestro papel mientras Dios se hace cargo de nuestros asuntos, es creer en Él, aprender mas de Él, observar como es que hace las cosas y entender el mundo espiritual, mientras Él trabaja nosotros aprendemos y nos acercamos a su semejanza, interesante no?
Mi invitación en esta mañana es a eso, entienda que no podrá vivir una vida libre de problemas, la Biblia lo promete así, por tanto entienda que cada situación adversa o difícil es una oportunidad para que Dios se gloríe en ella y pueda mostrarnos como es que su poder puede ser puesto en nuestras manos para situaciones futuras y pasemos solo una vez por cada cosa para que nunca dejemos de crecer y podamos aspirar así como el salmista a su semejanza.
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