Escuchar a Dios es un tema controvertido, ya que unos no saben como, otros no saben si lo han hecho y otros no están seguros de que lo que hayan escuchado sea la voz de Dios.
Afortunadamente Dios previno todo esto y nos dejó su palabra como guía para hacer todo aquello que tenemos que hacer y una muestra del como lo tenemos que hacer y el escuchar su voz también es una de esas cosas que ha contemplado y para explicárselo, tengo que contarle un poco de historia.
El primero libro de la Biblia es el Génesis, que nos habla del principio, en el están redactados desde la creación del universo, de la tierra que habitamos de las plantas y los animales y el hombre, en este libro esta descrito como es que el hombre decidió no prestar oído a las instrucciones específicas de Dios y tuvo que salir de su presencia y habitar la tierra, y de ahí relata el caminar de los hombres por la tierra, habla de como cada uno de los descendientes de Adan y Eva tenían una relación con Dios y como es que Dios obraba en sus vidas, si lo permitían, todas estos hombres tenían una relación en lo personal e individual con Dios y tenían un trato por Dios como tal, y no fue sino hasta que la promesa de Dios hacia Abraham se cumplió y se iba formando un pueblo, que Dios cambió la manera de tratar con ellos.
Una de las cosas que siempre ha llamado mi atención es que el libro de Génesis fue escrito por Moisés, es decir, antes de eso las enseñanzas de lo que Dios hizo en las generaciones de Adán y Eva se transmitían de forma verbal o tal vez estaban escritas, pero no como lo conocemos ahora, en un libro y con una intención, la diferencia también radicaba en que era mas fácil para los hombres el transmitir uno a uno este conocimiento que transmitirlo a muchos, pero cuando ya era un pueblo y Dios necesitaba cambiar la manera de ese pueblo de pensar y de actuar de ese pueblo, que decidió hacer las cosas distintas.
Cuando Dios sacó a los Israelitas de Egipto por medio de Moisés, empezó a darle instrucciones específicas, o bien reglas o leyes, como usted las quiera llamar y tiene un sentido que lo haya hecho, ya que los Israelitas estaban acostumbrados a ser esclavos y al sentirse libres y no haber conocido la libertad previamente, podían caer en el libertinaje y por favor no se quede solo con la idea física y carnal del término libertinaje, sino en general el hacer lo que a uno le place en nombre de la libertad y obvio, iba a ser difícil para un grupo de ex-esclavos que de repente se sentían libres, el sujetarse a una serie de leyes que a pesar de estar diseñadas con el propósito de guardar su vida, parecían de nuevo una imposición siendo que eran libres, por tal, había que poner un antecedente a las leyes, que de por si los Israelitas conocían, pero había que dejarlo claro.
A lo que voy con esto, es que no es que Dios haya desamparado a los Israelitas y por ello hayan caído en esclavitud, y no es que los Israelitas hayan hecho algo malo y por castigo Dios haya permitido que los Egipcios los esclavizaran, simplemente los Israelitas olvidaron de donde venían y que aún su llegada a Egipto había sido por el favor de Dios en la vida de José, y que en un principio tenían un lugar de privilegio en Egipto y todo lo perdieron por olvidar de donde venían.
Por tanto era importante que ahora que eran libres, les fuera recordado de donde venían y lo mas importante, que Dios podía hacer con ellos lo mismo y aún más que lo que hizo con los hombres del Génesis, y todo lo que puso en su ley, no era nuevo, era algo que los hombres del Génesis ya habían hecho y practicaban, y con ello agradaban el corazón de Dios.
A partir de este momento, es decir a partir del Libro de Exodo que es el que sigue a Génesis, se repite constantemente el “si escuchas a tu Dios”.
Al pensar en esto, con nosotros no es diferente, todos anhelamos escuchar a Dios, todos esperamos recibir su bendición, todos queremos mas de Dios, pero muchos no saben como, pero entiéndalo de esta manera, cuando entregamos nuestra vida a Cristo, nos sucede igual que a los Israelitas, somos liberados de una esclavitud que muy probablemente no sepamos como es que llegamos a ella y tenemos un nuevo mundo delante de nosotros y es ahora que tenemos que empezar a vivir bajo un nuevo estándar para poder ser bendecidos y que nuestra naturaleza de esclavos del pecado sea cambiada por una naturaleza de conquistadores, pero para ello, nos es importante al igual que a los Israelitas el que nos recuerden de donde venimos y como es que llegamos a ese lugar.
Para ponerlo mas claro, hay quienes pretenden llegar en frío y escuchar la voz de Dios, y cada vez que lo hacen, simplemente lo hacen sin antecedente y cada vez lo hacen con culpa y remordimiento, con una consciencia que los acusa de que no han ido lo suficientemente seguido delante de Dios a buscarle y escucharle, y muchas veces esta culpa combinada con la necesidad que tenemos, se convierte en ruido en nuestra alma y nos impide escuchar la voz de Dios, pero no esta bien lo que hacemos, permítame explicarle la manera de Dios de hacer las cosas:
Ahora Dios necesitaba que los Israelitas escucharan su voz y necesitaba que aprendieran a depender de El y no solo se enfocaran en que ya no eran esclavos y necesitaba que no solo pensaran en las esclavitud como algo malo, sino que reconocieran que todo su pasado estaba lleno de la intervención y el favor de Dios y que en parte habían llegado a donde habían llegado precisamente por esa intervención y ese favor de Dios y con usted y conmigo no sucede distinto.
Nos es necesario ver hacia atrás, darnos cuenta y reconocer todas las ocasiones en las que Dios ha estado ahí y la manera en la que intervino a nuestro favor, en la que su misericordia se hizo patente aún cuando no lo buscamos y de esa manera nos percataremos que Dios siempre ha pretendido hablarnos y que probablemente no lo quisimos escuchar o pensamos que no necesitábamos de El y por ello no lo escuchamos, ese ejercicio nos permitirá afinar nuestro oído y quitar ese velo a la idea de escuchar la voz de Dios.
La cita de hoy en definitiva es una de mis favoritas y aunque no esta relacionada directamente con el tiempo en la historia de los Israelitas que le conté, viene de la misma tradición, note como el Profeta Samuel hace un alto en el camino y decide mirar hacia atrás y reconocer lo que Dios ha hecho en su vida y como hasta ahí lo había llevado Dios, de manera que siempre recordaría las maneras en las que Dios le había hablado y hecho misericordia en su vida y mantener sus sentidos alertas para las siguientes ocasiones.
Si usted anhela escuchar la voz de Dios y necesita de su guía, y todo pareciera que Dios no le habla, haga tal como Dios hizo por medio de Moisés o bien haga como Samuel, haga un alto, permítase ver hacia atrás, reconozca cómo es que Dios ha hecho en su vida y como siempre le ha hablado y como gracias a ese favor hacia usted, esta usted en el punto donde esta, no importa de donde venga y en la circunstancia en la que se encuentre, El siempre le ha hablado y cuando lo empiece a reconocer, le será mas fácil reconocer las señales y reconocer esa voz que es la de Dios y no sus pensamientos y no sus ideas, verá como poco a poco se convertirá en algo mas fuerte y mas claro, hasta que haga un hábito de escuchar la voz de Dios y su entendimiento sea cambiado de ser el de un esclavo a ser el de un conquistador.
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