Una de las cosas mas peligrosas que podemos hacer en nuestra vida es considerarnos “buenos” y no porque pueda ser un asunto de orgullo o de falta de humildad, sino que corremos el riesgo de estarnos enfocando nuestra vista en nuestras obras y en lo que hacemos, antes de las cosas que pueda Dios querer hacer o necesitar que hagamos.
Algo que escucho muy seguido es a las personas quejarse acerca de como ellas con “buenas” mas no les va bien, y como otras personas que no son tan “buenas” como ellas les va considerablemente mejor y como la vida les sonríe de una manera que pareciera que vivieran haciendo frutos dignos de arrepentimiento.
El dedicarnos a ver cual es la situación de otros y compararla con la nuestra y atribuir esa situación a la intervención de la mano de Dios en la vida de las personas es una gran pérdida de tiempo, no vale la pena en lo absoluto, ya que Dios no es un Dios que intercambie buenas obras o buenas actitudes a cambio de favores, puede ser que así sucedan las cosas aquí en la tierra, pero en definitiva no suceden de esa manera en el Reino de los Cielos.
El éxito en la vida no es un reflejo de la presencia de Dios en nuestra vida, sino es un reflejo de la Vida de Reino que podemos llevar y déjeme explicárselo de esta manera:
José (el soñador), fue un hombre al cual Dios le dio una visión de las cosas que haría en su vida y lo creyó, tanto que fue y lo compartió con sus Padres y con sus Hermanos, mas a partir del momento que lo dijo, las cosas fueron aparentemente de mal en peor, sus hermanos lo echaron en un pozo y posteriormente lo vendieron como esclavo, al ser vendido como esclavo, llegó a casa de Potifar y se convirtió en el jefe de los asuntos de la casa de Potifar, mas su mujer (la de Potifar) pretendió abusar de el y éste al negarse, fue acusado injustamente de tratar de violar a la mujer de Potifar, por lo cual fue enviado a la cárcel, ahí halló favor con los guardias y celadores y se convirtió en el preso de mayor jerarquía y a pesar de estar preso, tenía funciones a cargo de otros presos, estando dentro de la cárcel Dios le permitió interpretar el sueño de otros convictos y se hizo amigo de ellos, mas estos le traicionaron y se olvidaron de el y no pensaron en ayudarle, tal como el hizo con ellos.
Una de las cosas que mas me asombran acerca de José, es que a lo largo del relato de su vida, en ningún momento se le escucha renegar acerca de su situación, y otra cosa que no puedo dejar de notar, es que no importa que tan mala fuera su situación, siempre encontraba un lugar o una posición de privilegio y favor, y sabe, esa es la diferencia de la cual le hablo.
José estaba consciente primeramente de que Dios le había dado un sueño, pero no por el hecho de que se lo hubiera dado de en ese momento, quería decir que ese fuera el momento en el que el sueño sería cumplido, segundo José en vez de enfocarse en el resultado final que era el sueño mismo, se enfocó en la persona que tenía que ser para que ese sueño fuera cumplido y sabía que Dios tenía que llevar a cabo un proceso en el, y con esto no le quiero decir que José se resignara a pasar por esclavo y por prisionero, pensando que era la manera en la que Dios quería tratar con el, sino que tenía la consciencia de que no importaba donde estuviera, siempre tendría el respaldo de Dios y siempre tendría un lugar de privilegio.
Una de las cosas mas importantes que José tenía era paz, y la paz no es otra cosa, que saber que Dios tiene el control de las cosas y que si nos tomamos un tiempo para estar en comunión con El, nos revelará el proceso por el cual estamos pasando y seguramente nos permitirá ver de que manera pasar por el con favor y gracia, tal como lo hizo José.
Uno de los errores que mas comúnmente solemos cometer es el medir las bendiciones o bien las etapas de nuestra vida y sucede que muchas de estas bendiciones y estas etapas de la vida no son mas que un medio para llegar a la siguiente y no un fin que perseguir, un ejemplo muy claro es el matrimonio o el tener hijos, muchos lo ven como un fin y no como un medio para seguir en la carrera de una Vida de Reino y quiero entender que eso trunca la posibilidad de pasar por esta etapa, ya que no hay un plan para el momento en el que se cumpla, y eso nos arriesga a fracasar.
Por tanto, cuando tenemos un enfoque equivocado acerca de lo que esperamos en la vida, y tomamos los procesos de Dios como un fin y no como un medio, no nos va a quedar mas que la necesidad de medirnos con otros para tratar de entender si es que Dios está o no en nuestras vidas, mas si las vemos adecuadamente, como un medio, tenemos la oportunidad de entender la etapa de cada proceso en la que estamos y podemos pasar por cada uno de ellos con gracia y en un lugar de privilegio y con la garantía de saber que vivimos bajo la voluntad de un Dios que no se equivoca y que siempre cumple su palabra y en ella dice que sus hijos somos mas que vencedores y personas de privilegio.
Por tanto le invito a reflexionar en la cita de hoy, y le invito a que escoja tener paz, busque a Dios, lea su palabra y aprenda a identificar que es lo que Dios quiere hacer como siguiente en su vida, no lo imagine, le aseguro que El se lo quiere mostrar, solo tiene que darle oportunidad, de manera que pueda quitar la mirada del éxito aparente de los demás y pueda enfocarse en su proceso, de manera que pueda llegar mas rápidamente al lugar que Dios le prometió.
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