Hace unos das tuve la oportunidad de dar una conferencia en la ciudad de Zacatecas y durante ésta di un concepto que no me ha dejado de dar vueltas en la cabeza, ya que para muchos parece muy sencillo, para otros parece obvio, pero la gran mayoría ignora el hecho de que es necesario hacerse hijos de Dios.

Cuando menciono el hecho de hacerse hijos de Dios, lo digo porque he escuchado en muchas ocasiones a muchísimas personas decir y creer que todos somos hijos de Dios, y lo respaldan con el puro y simple hecho de creer que es porque Dios nos ama, pero lamentablemente no es de esa manera.

La Biblia nos explica el proceso de como pasamos de ser creación de Dios y vivir en su presencia y su compañía todo el tiempo a habitar en la tierra y haber perdido de inicio el derecho de ser llamados hijos de Dios.

Dios creó al hombre tal cual es, sabiendo y teniendo la consciencia de que tendía al pecado y en efecto iba a pecar, eso Dios lo sabía y lo tenía muy claro, de hecho lo planeó de esta manera, ya que ello le daría el derecho legal de entrar en la tierra, la cual según la  Biblia esta gobernada por Satanás y al igual que en nuestra vida, Dios no va a entrar a un lugar sobre el cual no tiene dominio o al cual no ha sido invitado, Dios es un verdadero caballero, que solo necesita nuestro consentimiento para actuar de manera radical y poderosa.

Como sabemos, el hombre (me refiero a Adán y Eva) murió en espíritu al pecar, es decir perdió su capacidad de comunicarse con Dios como lo hacía estando en el Edén, y posterior a eso, dice la Biblia sus hijos (los de Adán y Eva) se casaron con las hijas e hijos de quienes habitaban en la tierra, y obvio, si la tierra estaba y está dominada por Satanás, los que en ella habitan son hijos del tal.

Esto lo menciono, porque hay quienes tienden a sobre espiritualizar este tipo de cosas y hablan de ello como si fuera un mito o una leyenda, la cual tiene que sonar linda y mística como para ser de Dios, pero olvidamos que Dios creo lo natural y nos da la opción de lo sobrenatural si aprendemos a depender de El y a confiar en su poder, su amor y su sabiduría.

Afortunadamente Dios tenía previamente un plan y no iba a dejar a su creación a la deriva en un mundo gobernado por su adversario, había un plan desde el principio, el recuperar la tierra, para que Dios pudiera verdaderamente gobernar sobre todo el universo y tener majestad sobre el, de manera que envió a su propio Hijo, a que nos diera ejemplo de como vivir una vida en santidad, a demostrarnos que no estamos sujetos a nuestra carne, sino que podemos ser sujetos al Espíritu si es que así lo decidimos.

Lo que nos va a diferenciar entre vivir con o sin ese beneficio, es el ser hijos, de hecho es mas que un juego semántico, el mismo Jesús lo mencionó y dijo que nos era necesario nacer de nuevo, a lo que hubo quienes preguntaron si nos era necesario entrar de nuevo en el vientre de nuestras madres para poderlo lograr, pero es mas sencillo que eso.

Hay quienes ven todo con sus ojos y lo entienden desde una perspectiva natural, pero olvidan la perspectiva espiritual y sobrenatural de Dios y se lo voy a explicar de esta manera, los hombres solemos creer que pecamos cuando cometemos algo indebido, ya que según nuestro entendimiento eso es el pecado, para Dios, el pecado comienza en nuestra mente, desde el momento que nos permitimos pensar y abrazar al pecado en nuestro interior, por tanto no necesitaríamos entrar en el vientre de nuestra madre para poder nacer de nuevo, pero si necesitamos regresar a ser limpios de todo pecado, tal como el día que nacimos, le hace sentido?.

Por tal el pasar de ser criaturas de Dios a ser Hijos de Dios no es algo complicado, solo es algo que tenemos que querer hacer y hacerlo con consciencia, no como mucho del pecado de nuestra vida, que lo cometemos inconscientemente, ya que nuestra moral se ha corrompido y hemos adoptado los hábitos de este mundo en vez de conservar los del Reino de los Cielos, de donde venimos.

Para llegar a ser hijos de Dios solamente necesitamos una sola cosa, simple, sencilla y pareciera ser insignificante, pero es aquella cosa que cambiará nuestra vida y nuestra eternidad, y esa cosa es nacer de nuevo, lo cual traducido a palabras simples y llanas, es primeramente reconocer el pecado en nuestra vida (eso es sencillo, solo acuda a su consciencia), pedirle perdón a Dios por ese pecado y no porque sea malo ante nuestros propios ojos, sino porque hemos desobedecido al Rey de Reyes y hacerle nuestro Señor y Salvador, en otras palabras tenemos que hacer una confesión de fe, y al decir hacer una confesión de fe, me refiero a creer todo esto que le digo, por el simple hecho de estar escrito en la Biblia y ser según esta la única alternativa que tenemos para cambiar nuestra  vida y nuestra eternidad.

El tener una vida en Cristo requiere de una consciencia, y es la única manera de vivir bajo su mano y su cobertura, con consciencia, espero ahora entienda porqué insisto en decir que es sumamente peligroso el pensar que “Dios por algo hace las cosas” ya que ello nos aleja de nuestra consciencia y nos pone en manos de un dios desconocido con una voluntad oculta que puede afectar nuestra vida y nuestra eternidad.

El ser llamados Hijos de Dios nos da una serie de beneficios que van mas allá de cosas buenas en nuestra vida cotidiana, pero tenemos que aprender que necesitamos querer ser hijos de Dios, luego hacer una confesión de fe y posterior realmente vivir bajo la autoridad de aquel que llamamos nuestro Señor y le dimos autoridad como nuestro Padre y solo empezando de esa manera seremos llamados hijos, para posterior aprender a vivir como tales.

Si nunca ha hecho esta confesión de fe, le invito a que la haga, le comparto una pequeña guía de como hacerlo simplemente haga click aquí y siga las instrucciones, espero poder pronto llamarle mi hermano o hermana, por ser hijos del mismo Padre, que le parece?

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