Hay muchas personas que aseguran tener una relación con Dios y dicen tenerla “a su manera”, lo cual es muy respetable, por mientras les funcione, lamentablemente, no he conocido a ninguna persona que viva de esta manera que pueda reflejar todo aquello que dice la Biblia sobre llevar una Vida de Reino.

 El conocer de Dios, provoca un hambre automática de su Espíritu, y esta es saciada por Dios de manera automática ante tener la actitud correcta ante El, de manera que su vida es transformada, ojo!, note que dije “transformada” y no “cambiada”, Dios nos creo perfectos, porque El no hace cosas a medias, por tanto no tiene que cambiarnos, ya que eso significaría que tendría que admitir que se equivocó al hacernos y bendecirnos, pero si puede y quiere llevarnos a una mejor versión de nuestra vida y de nuestra identidad, aún si nos encontráramos en una vida de pecado evidente, El aseguraría ir haciendo pequeñas sugerencias y modificaciones de manera que lo hagamos con convencimiento, hasta que podamos llegar a tener una verdadera Vida de Reino.

 

Cuando hablo de llevar o tener una Vida de Reino, hablo no solo de conocer a Dios y hacer las cosas que a El le agradan, sino es el conocer bien y diferenciar las cosas que son de ésta tierra y las cosas que son del Reino de los Cielos, entenderlas y usarlas para nuestro beneficio para cumplir con la gran comisión que Jesús nos dejó tras resucitar (Mar 16:15-18).

 

Uno de los mas grandes impedimentos que existen para llevar una Vida de Reino, son las ideas erróneas que muchas personas tienen acerca de quien es Dios y de lo que puede hacer por nosotros, y creo que eso es lo que engloba el que no logremos explotar el potencial de nuestra relación con Dios, muchas personas creen que Dios está ahí para bendecirnos y lamentablemente solo se acuerdan de El en los momentos de aflicción, o bien, están quienes van un poco mas allá y agradecen lo que Dios hace por ellos, pero pocos se preocupan en realidad por entender y cumplir el propósito por el cual Dios los bendice, y muchos menos escuchan su voz como para entender exactamente que es lo que Dios quiere hacer en sus vidas.

 

Y es precisamente acerca de eso de lo que le quiero hacer reflexionar el día de hoy, hay personas que creen que las cosas de Dios son como las cosas de la tierra y que Dios funciona y entiende las situaciones como nosotros las entendemos, cuando no es así, El no tiene porqué entender las cosas como nosotros, mas nosotros tenemos la oportunidad de entender las cosas como El las entiende, no solo para nuestro beneficio, sino para el beneficio de muchos a los que podemos bendecir por medio de nuestra relación con Dios.

 

Muchas personas viven acosadas por su propia consciencia y saben en el fondo de su corazón que algo no esta bien en su vida, puede ser desde una cosa trivial, hasta un pecado el cual no han llevado delante de Dios o del cual ellas mismas no se perdonan, y el común denominador de estas personas, es el creer que Dios está enojado con ellas y que no son merecedoras de ir delante de El a su presencia.

 

Otras personas creen que el ir delante de Dios es solo para unos cuantos, y aunque se que lo digo mucho en estas lineas, pero sufro cada vez que alguien me dice “tu que estas mas cerca de Dios”, como si fuera algo inalcanzable o que requiriera de mucho esfuerzo, conozco personas que no se creen capaces de orar por si mismas, ya que sienten que su vida no es correcta y no creen que Dios les escuchará, cuando en realidad solo se engañan a si mismas.

 

La cita de hoy, me quitó una gran venda de los ojos cuando la leí la primera vez y ha sido pieza fundamental de mi vida en Cristo, ya que entendí como es que Dios ama a toda su creación, siendo que incluso Satanás, habiendo sido desechado por Dios, se reconoce como parte de esa creación e Hijo de Dios, de manera que tiene acceso delante de su presencia y va a rendirle tributo y honor.

 

Eso quiere decir que si Satanás que es el principal detractor de Dios tiene acceso a su presencia, cuanto y mas lo tenemos cada una de las personas que nos reconocemos Hijos de Dios por medio de haber hecho una confesión de fe y aspiramos a una vida de Reino.

 

El llevar una Vida de Reino, no es otra cosa mas que el vivir con la consciencia de las cosas a las que tenemos acceso y a las que no, entender lo que podemos y lo que no por medio de la identidad que Dios nos da, y entre esas se encuentra nuestro acceso delante de El, es decir, la garantía que podemos llegar directo ante su trono (obvio con la actitud correcta, ya que estamos delante del Rey de Reyes y Señor de Señores quien de paso nos ama al grado de dar la vida por nosotros), el que podemos tener la garantía de que toda oración que elevemos es escuchada.

 

El día de hoy le quiero invitar a vivir en esa consciencia, lamentablemente Dios no funciona bajo las cosas que nosotros creemos de El y por ningún motivo permitiría que lleváramos una relación con El “a nuestra manera”, ya que correríamos el riesgo de perdernos de ir delante de El y gozar de sus beneficios, por tanto es nuestra oportunidad y nuestra obligación el vivir una Vida de Reino, para que entendamos que nuestra relación con Dios va mucho mas allá de solo rezar, orar y esporádicamente recibir algo de parte de El.

 

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