Ayer de nuevo vi en internet la famosa frase “si quieres hacer sonreír a Dios, haz planes”, esta frase esta llena de verdad y creo que a todos nos causa un poco de simpatía sobre todo cuando no nos encontramos en la situación de estar planeando algo y esperando algo de Dios, es muy sencillo aplicar la sabiduría popular cuando se es ajeno a la situación de necesidad.
Tras leer la frase no pude evitar el meditar acerca de esto, ya que pocas personas realmente piensan en hacer sonreír a Dios, pocas personas piensan en agradarle, pocas personas hacen planes pensando en Dios, en otras palabras, la sabiduría popular nos limita y nos reduce a lo que las frases dicen y no al verdadero sentido de la palabra de Dios para aplicarla a nuestras vidas.
Me emociona cuando leo la Biblia y encuentro citas que hablan de lo específico, como:
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. (Mateo 21:22)
Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.(Lucas 11:10)
Y no puedo dejar de preguntarme, el como puedo pedir si antes no hice planes, si no antes maquiné en mi mente y mi corazón todo aquello que voy a pedir y como es que lo quiero?
Entonces no es cierta la frase de “si quieres hacer sonreír a Dios, haz planes”?, la respuesta es si y es no, y permítame explicárselo.
Seguramente Dios se sonríe y se carcajea (esa es mi opinión) cuando hacemos planes, y no lo incluimos a El, pero a su vez invocamos su nombre para pedir su favor, e intercedemos para que participe bendiciéndonos con aquello que pedimos, pero le aseguro que cuando planeamos y somos específicos con lo que pedimos y le incluimos en nuestro plan y pensamos en las cosas que sabemos que hará y no hará, porque le honran y le dan ese sentido de majestad, entonces en definitiva le haremos sonreír, pero no en tono de burla sino en tono de simpatía y satisfacción.
Aun podemos ir un paso mas allá, apoyarnos en la palabra y creer lo increíble, irnos a lo sobrenatural, siempre teniendo en mente el como El es exaltado y glorificado por medio de lo que hará y tener fe en lo sobrenatural, entonces en definitiva empezamos a agradar a Dios, entonces le damos oportunidad de que se luzca y que ponga a funcionar todos sus recursos a nuestro favor y recibir mas allá de lo que podemos imaginar.
Mi invitación de esta mañana es a que cambie su manera de pensar, a que cambie su manera de pedir, atrévase a planear y no solo planee cosas sencillas, planee cosas complejas, elaboradas y llenas de detalles, pero no olvide involucrar a Dios en todo el proceso de soñar, planear y luego pedir su respaldo divino para que suceda, siempre observando que sea El quien se lleve el crédito de lo que suceda en su vida, siempre teniendo fe en lo imposible y en aquello que edifique la vida de otros y los haga anhelar lo que usted tiene con Dios y que permita que usted este agradándolo todo el tiempo.
No recuerdo la cita en éste momento, pero Jesús dijo “hay quienes no reciben porque no saben pedir”, y lo entiendo de ésta manera, hay veces que pedimos un coche, pero olvidamos la marca, el color, los interiores, los accesorios y lo mas importante!, el testimonio de que Dios fue quien nos proporcionó el coche, y como es que El propició todos los medios para que sucediera, ahora que lo menciono, a mi me pasó, yo pedí a Dios un coche y fui sumamente específico con los detalles y el día que fui a la agencia a averiguar el precio, solamente había un coche en toda la agencia, que era exactamente como lo pedí y hoy en día cada vez que alguien me dice que le gusta mi coche, le puedo contar una gran historia de como Dios me dio ese coche y como todo el proceso estuvo lleno de detalles de Dios y antes de jactarme de tener un bonito coche, le puedo decir que la honra y los créditos se los lleva El y no yo.
Recuerdo perfectamente que en la ciudad de Chihuahua (al norte de México), hay una estación de gasolina que tiene un gran letrero que si no me equivoco dice “esta gasolinera es un regalo de Dios” o algo similar y le aseguro que hay muchas personas que preguntan acerca del letrero y los dueños no pierden oportunidad para dar el crédito a aquel que les dio ese negocio y como es que Dios fue parte de todo el proceso, no solo de cumplir el milagro.
Por tanto, atrévase a hacer planes, atrévase a ser específico, ojo! no pierda de vista las cosas que a Dios le agradan y las que no, para que evite pedir cosas fuera de su voluntad y sea objeto de el favor de Dios por medio de haberle agradado y permítale que se luzca en su vida y que todo lo que pase en ella, tenga el sello personal de Dios.