Como lo he mencionado en muchas ocasiones por este medio, hay personas que tienen la creencia de que las cosas de Dios son difíciles y que solo los que van mucho a las iglesias o aquellos que son «muy espirituales» tienen acceso a ellas, de hecho por lo eso mismo suelen pedirles a otros que oren e intercedan por ellos, ya que se sienten incapaces de hacerlo por ellos mismos.

Afortunadamente Dios tenía todo esto previsto, por lo que se tomó el tiempo de escribirnos un instructivo de como recibir bendición entre otras cosas y lo plasmó por completo en la Biblia.

La Biblia nos enseña que Dios puso en nuestra boca poder, y quiero entender que fue de esa manera, ya que Dios mismo usa su boca para hablar bendición y otras cosas, recuerda usted que al crear al mundo Dios habló cada cosa antes de que sucediera?, también cuando el Pueblo de Israel estaba entrando a la tierra prometida, tenían que esperar a que Dios dijera que había puesto en manos del Pueblo a su enemigo para poderlo atacar de manera que las victorias estuvieran aseguradas, y la misma salvación que gozamos, fue dicha por Dios y anunciada desde cientos de años antes por Dios a Isaias.

A su vez, Dios dijo al crearnos que nos haría a imagen y semejanza suya, por tanto, mas allá de poner poder en nuestras manos y pies, o en nuestra mente, lo puso en nuestra boca, con ella podemos declarar que cosas que solo sucederían de manera natural en el Reino de los Cielos, sucedan en esta tierra donde habitamos, pero no solo eso, tenemos también el poder de acarrear maldición a nuestras vidas si aquello que sale de nuestras bocas no es lo correcto!.

La Biblia nos enseña que de aquello que abunda en nuestro corazón, de eso habla la boca, y hay personas que pasan la vida hablando mal de otros, o simplemente quejándose de todo, o peor aún, sufriendo audiblemente por lo que no les sucede o por lo que si les sucede (no se que es peor) y esperan que les sucedan cosas buenas!(ilógico).

Cuando pienso en esto, entiendo el porqué Dios en repetidas ocasiones nos invita a que la palabra de Dios habite de constante en nuestra boca y que aún la publiquemos en las paredes de nuestras casas, de manera que la podamos repetir de manera constante y tengamos el poder de Dios en nuestras bocas.

La cita de hoy es un recordatorio, pero a su vez una advertencia, ya que nos recuerda que si nuestras palabras son alineadas con el corazón de Dios, tenemos la garantía de que la bendición fluirá en nuestra vida y que aún las cosas que parecieran imposibles, sucederán, que tenemos el poder de inspirar al Espíritu de Dios a que derrame sus milagros en nosotros, pero pero también nos deja claro que si nuestro hablar esta lleno de maldición, desprecio, pesimismo, tendremos que comer inevitablemente de aquello que fluye por nuestra boca, ya que viene del corazón.

Así que mi invitación de este día es a lo siguiente, tome un tiempo y escúchese, y notará que aquello que sucede en su vida esta directamente ligado con sus palabras, si lo que pasa en su vida es extremadamente bueno, siga adelante, pero si por alguna razón no es así, deténgase, y busque en intimidad al Padre, póngase a cuentas con El, pídale le ayude a limpiar su corazón, de manera que por su boca puedan fluir cosas nuevas y refrescantes y el poder de lo alto este en su boca de manera que vea milagros suceder por el simple hecho de declararlos en el oído del Dios todopoderoso.

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